jueves, 16 de marzo de 2017

Reserva de Energías - Santiago Bovisio


Desenvolvimiento Espiritual - Santiago Bovisio

Enseñanza 5: Reserva de Energías

Si el principiante quiere adelantar rápidamente ha de habituarse a reservar sus energías físicas, intelectuales y morales.

Aquello de que “trabajar es orar” es verdad, si se entiende por trabajar una perfecta autoconciencia del ser de todos sus actos, hasta de los más insignificantes.

El resultado directo de esta autoinspección continua será un notable aumento de fuerzas en los centros productores etéreos, las cuales, aplicadas en el momento oportuno, verterán en la vida del discípulo una abundante dosis de salud, corrección y éxito.

Resérvense, ante todo, las energías sexuales.

En ellas descansa el magno poder que es fuente de toda manifestación de vida y base de todas las funciones de reproducción; además, estas fuerzas, sabiamente guardadas y dirigidas en el momento oportuno, vitalizan y renuevan el cuerpo e influyen notablemente sobre la mente humana.

Dicen los hindúes que la Divinidad ha colocado su asiento en el plexo sacro del cuerpo humano y que la Fuerza Universal duerme allí en forma de una serpiente enroscada, símbolo del bien y del mal.

Las hormonas sexuales vierten en la sangre la savia del bienestar y de la felicidad.
Si el hombre conociera las verdaderas y completas funciones sexuales, no usaría ese atributo excelso únicamente para el placer y la reproducción, sino también aprendería a trasmutar dicha fuerza en sustancia energética y mental, efectuando así una verdadera regeneración interna.

Los instructores religiosos, como tenían conocimiento de este gran secreto, impusieron abstinencia absoluta a sus sacerdotes; muchas personas llamadas a más perfecta vida, practicaron el celibato instintivamente; y aquellos cuyas reglas les imponían el matrimonio, ejecutaban las funciones reproductoras como un acto sagrado y medido.

Constantemente hay que desear que las energías sexuales se transformen en Verbo.

La Palabra produce sonido y el sonido contenido es vibración, y una vibración sabiamente sostenida y dirigida es poder.

Por el Verbo Creador fueron hechos los sistemas siderales. Por consiguiente, deben medirse las palabras.

En los viejos dichos de los pueblos suelen estar condensadas sabias leyes: “La palabra es plata, el silencio es oro”.

No puede imaginarse las energías que desparrama una persona habladora; la norma del silencio riguroso para los Iniciados, en los Templos Egipcios, era solemne y sagrada.

En los tiempos de Apolonio de Tiana se imponía a los aspirantes inquebrantable silencio durante los cinco primeros años.

Los religiosos trapenses observan la ley del silencio toda la vida.

Cristo ha dicho: “Sean tus palabras: si, si; no, no”.

La palabra debe ser expresión clara y concisa de la idea que se quiere expresar.

Se gastan energías vocales con las expresiones emotivas e iracundas, con el hábito de reír o llorar en demasía; pero se gastan terriblemente con la murmuración y la mentira.

En “Luz en el Sendero” se lee que “no se puede entrar en el Sendero del discipulado, hasta que la lengua sepa no herir”.

Además, la palabra inútil y malvada se carga de energías negativas que rodean viciosamente al ser que la ha emitido, y lo daña intensamente.

Por eso, se debe hablar poco, o hablar de modo que la palabra sea fuente de construcción de bien, de construcción al sostenimiento de la Gran Obra.

Al hablar bien, con medida y rectamente, una ley de simpatía análoga hace que las fuerzas de inmediato sean repuestas.

Si siempre se le llama a una persona de determinado modo, se observará que dicha persona se amolda paulatinamente al apodo.

Los Sannyasis, al empezar su vida de renunciación, cambian de nombre para que la palabra acompañe al nuevo ideal forjado.

Los antiguos fundadores de religiones imponían en el rezo el método y la vocalización de la palabra, porque conocían el poder de la energía vocal.

Por los ojos, también, continuamente escapan energías numerosas.

Un ejercicio mediante el cual el novicio aprende a refrenar los ojos, consiste en obligarle a declarar todas las noches la cantidad de rostros humanos que haya visto durante el día.

Los ojos, acostumbrados a saltar continuamente de un lado a otro, no sólo pierden fuerzas espirituales, sino también físicas; el paisano en el campo, acostumbrado a la concentración serena de la vista, puede distinguir un hombre o un animal a una distancia en donde una persona de la ciudad no ve más que uniformidad.

Además, habituando los ojos a la discreción del hombre que los dirige, se aprende paulatinamente a concentrar la vista interna, hacia el ser mismo.

Los ojos son el espejo del alma; una mente serena y tranquila se expresa por medio de unos ojos de equivalente expresión.

Hubo un sannyasis hindú que hizo voto de no sacar sus ojos del cielo; y San Bernardo desconocía el techo de su celda, porque siempre los tenía bajos.

Guárdense las energías de los ojos para que cuando miren, vean todo de un golpe y escudriñen hasta lo más recóndito.

Más vale no ver muchas cosas; pero si se llegan a ver, conviene se borren de la retina.
Mírese entonces para que al usar los ojos, puedan relucir como brillantes rayos de sol.


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Desenvolvimiento Espiritual - Texto Completo - Santiago Bovisio - https://omarpal.blogspot.com.ar/2017/03/desenvolvimiento-espiritual-santiago_16.html

Enseñanza 1: Hidrochosa - https://omarpal.blogspot.com.ar/2017/03/hidrochosa-santiago-bovisio_16.html

Enseñanza 2: El Tabernáculo Secreto - 
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Enseñanza 3: La Llamarada - 
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Enseñanza 4: Examen Retrospectivo - 
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Enseñanza 5: Reserva de Energías - 


Enseñanza 6: Método de Vida - 
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Enseñanza 7: Asistencia y Trabajo - 
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Enseñanza 8: La Renunciación - 
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Enseñanza 9: Valor y Control Personal - 
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Enseñanza 10: El Ejercicio de la Memoria - 
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Enseñanza 11: El Amor Real - 
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Enseñanza 12: Los Doce Rayos del Amor - 
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Enseñanza 13: La Perseverancia - 
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Enseñanza 14: Conciencia y Voluntad - https://omarpal.blogspot.com.ar/2017/03/conciencia-y-voluntad-santiago-bovisio_16.html

Enseñanza 15: El Don del Olvido - https://omarpal.blogspot.com.ar/2017/03/el-don-del-olvido-santiago-bovisio_61.html

Enseñanza 16: La Transmutación - 
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Extraído de: https://omarpal.blogspot.com.ar/2017/03/desenvolvimiento-espiritual-santiago_16.html
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