sábado, 24 de enero de 2015

Montaña de Songyang, tras 28 duros meses de entrenamiento - Historias de los Monjes Shaolim


"... Suena una campana en el Monasterio de Shaolin, cerca de Luoyang. Llega un viajero. 


Luca atraviesa el arco de madera roja y negra del Templo Nº 1 bajo el cielo custodiado por 2 Gigantes de piedra Huum y Aaah que le miran con desconfianza, ansían el retorno del honorable guerrero Wu Shu que hace milenios defendiera al insigne monarca de la dinastía tang frente a un puñado de traidores... tiempos gloriosos para el templo. 

 Ahora y entonces reina en la montaña la paz absoluta, los farolillos rojos de papel, el Gonfu que retumba a lo lejos.

Al alba los monjes entrenan en grupo la postura del mono, el planeo del águila, el aleteo de la grulla para luego enroscarse como la serpiente y después mantener la inmovilidad previa al combate como haría un mantis religiosa… con el pelo rapado y sus túnicas color mostaza emprenden saltos entre fabulosos gritos, choque de espadas y lanzas con cintos a un ritmo acrobático, acompasado ¡y exento de violencia! sin romper el sagrado silencio de la mañana.

Luca se considera afortunado, será recibido por el anciano Maestro Shi De Yang, jefe de los monjes guerreros que le mostrará los rincones de Shaolin y contestará a sus cuestiones existenciales. 

Conforme se acercan al Salón de los Mil Budas, el joven Luca le pregunta:

- Maestro ¿qué he de hacer si una señora gorda me empuja al subir al autobús? Sé batirme en combate ¿puedo utilizar la fuerza?

- Cuando la grulla cruza el cielo no arremete contra el pescado, se limita a sobrevolar las nubes. No lo olvides, mi Pequeño Saltamontes.

- No alcanzo a comprender, Maestro.

- El libro de la estratega dice: "No provoques la lucha, acéptala; es mejor retroceder un metro que avanzar un centímetro." Lao Tse 



-Sabias palabras del pensamiento Zen. 

Pero ¿y si se me cae una cartera al suelo con todas mis pertenencias y lejos de pararse a ayudar la gente pisa aquello que me pertenece? ¿Qué habré de hacer entonces? ¿Puedo entrar en lucha abierta?

Solo se oían sus pasos al entrar en el Salón del Vestido Blanco cuando el monje respondió:

- Cuando la boa se ondula baila al son de la flauta sin reparar en la multitud. Recuérdalo, mi Pequeño Saltamontes.

- No logro entender, Maestro

- "El que desea sacar la espada es un principiante. El que puede sacar la espada es un experto. El que es la espada misma es un maestro". Risuke Otake 

- Digno de tu sabiduría, noble Shi De Yang. Pero ¿y si paseo por un verde jardín y un grupo de muchachos bebidos me arrojan una botella de cerveza a la cabeza y se rompe el vidrio… sería una provocación en regla ¿podría responder al ataque?



El jefe de los monjes guerreros hace rato que se siente incómodo, tras años de paz interior intenta mantener la compostura pero Sifu Huang L. Santino está acabando con sus nervios.  

Entonces optó por dirigirse al Patio de las 200 Posiciones con la esperanza de que el aire fresco de la montaña le templara los ánimos...

- Cuando el sol se pone, el ser que amaneció a veces crece torcido por el viento esquivo. Acéptalo, Pequeño Saltamontes.

- No capto la Luz, Maestro

- "Un árbol enorme crece de un tierno retoño. Un camino de mil pasos comienza en un solo paso". Kyudo 

- Me honra, gran Monje Shaolin iluminándome el pensamiento. Pero ¿y si en un semáforo golpeo levemente el coche de delante y su conductor me amenaza con una barra de hierro?... mi vida corre peligro ¿podría entondes reducir a mi enemigo?




Al anciano monje le ha brotado un tic en los ojos que no le aquejaba desde los ocho años y un deseo irrefrenable de tocar la trompeta, abandonar para siempre su eterna dieta de sopa y arroz y zamparse un buen plato de cordero en salsa. 

Mira al italiano diminuto con condescendencia, le está acribillando a preguntas sobre un mundo lascivo y cruel que no puede ni imaginar y sin duda desconoce.

- El caracol no abandona su caparazón con las primeras gotas de lluvia. Piensa en ello.

- Ilústreme, gran guerrero con su mensaje.

- "El hombre que se enoja se derrotará a sí mismo en el combate, lo mismo que en la vida". Máxima Samurai 



- Admiro vuestro temple, Maestro. Poco a poco voy viendo la luz...

A esas alturas, la cara del buen Shi De Yang es todo un poema. 

Sus ojos lanzan llamas, su mentón se halla tenso y afilado como un arma arrojadiza así como cada uno de sus gestos que comienzan a irradiar un halo de intensa ira. 

Por suerte se escucha remota la música del Ding Lang en el monasterio y recuerda aquel proverbio tibetano: "Cien amigos es poco; un enemigo, demasiado" que le infunde algo de serenidad como para aplacar su enojo, pero no por mucho tiempo…

- Tras este sagrado encuentro, mi estimado Huang L. Santino, ahora he de retirarme. Ya soy anciano y estoy cansado. 

 Te dejó en compañía de Shin Me Luan, mi hermano de generación. Él te conducirá al Gran Altar de Inclinación, medita en silencio y el Buda dorado de turbante azul iluminará hasta tu sombra .

- Pero ¿y si…?

- Ay, Pequeño Saltamontes ¡qué fatalidad! Con los años me quedé sordo de un oído y no alcanzo a escuchar a esta distancia -alejándose- 

Pensé que era un revés de la vida, hoy se manifiesta como una auténtica bendición que me devuelve la cordura tras el peor de los tormentos.

- ¿Y si…?

- "Las palabras no son buenas para el sentir de lo secreto. ¿Quien puede ponerle nombre y apellidos al infinito?". Huang Ta Chung 

- Y SI…?

- "Es mejor escuchar poco y entender que escuchar mucho y no hacerlo". Nirvana Sutra 

- ¿Y SI…? ¡Necesito hallar la Paz Interior!

- No a costa de la mía, Huang L.Santino. Insisto, medita en silencio...".




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