sábado, 17 de agosto de 2013

"Sufí es el que recuerda que vive en el instante" - Halil Bárcena


Quién fue Rumi?

Un poeta que vivió en la Persia del siglo XIII, uno de los grandes referentes sufíes.

¿Qué es un sufí?


Etimológicamente, el que viste de lana. Frente a la seda y el oropel, ¡la tela más sencilla! El sufí busca la simplicidad, dentro del islam.

Dígame algo que escribiese Rumi.


"A nosotros que, sin copa de vino, ¡estamos contentos! A nosotros que, deshonrados o alabados, ¡estamos contentos! A nosotros nos preguntan: '¿En qué acabaréis?' ¡A nosotros que, sin acabar en nada, estamos contentos!".

¿El buen sufí está contento?


Sabe asumir la vida en su esencia, como es.

Enumere tres dogmas sufíes.


Uno: sólo Él es existente. Dos: la diversidad del mundo es aparente, todo es signo de Él. Tres: ¡vive cada instante recordando esto!

¿Y quién es Él?


La vida. Sucede a través de ti, pero no te pertenece: es algo más grande que te traspasa.

¿Qué debe hacer siempre el buen sufí?


Respirar. Y recordar.

Lo de respirar, lógico... ¿Y recordar?


El sufí recuerda que vive en el instante. La palabra dam significa a la vez respirar e instante: tú eres hijo de cada respiración, ¡eres hijo del instante! Recuérdalo siempre.

Soy hijo de cada instante, soy hijo...


¡Y lo había olvidado! Mire: nisian (amnesia) e insan (humano) ¡comparten raíz!

Somos criaturas olvidadizas...


Y olvidamos hasta lo principal: qué somos.

¿Es el sufismo una religión?


No. La trasciende. Es una dimensión del islam que desconfía del rigorismo religioso. Por eso las célebres cuartetas (Rubayat) de Omar Jayam -otro referente sufí- se ceban tanto en los clérigos, en los beatones...

¿Es una religiosidad... relajada, pues?


Acepta la religión no como meta de llegada, sino como rampa de lanzamiento hacia otro estadio. Rumi lo explica con símil culinario.

¿Qué símil?


Dijo: "Estaba crudo, me cocí y me quemé". Crudo: sin religión. Cocido: con religión. Quemado...: ¡el amor! Diríase que el sufismo es una religión de amor. Más allá de estrictos dogmas y estrictas prácticas... ¡amor!

¿Es el sufismo un misticismo islámico?


Es una dimensión mística del islam, sí: importa más el espíritu que la letra.

¿Más el corazón que la razón?


¿Conocimiento o amor? ¡Resulta ser una dicotomía falsa para el sufismo!

¿Sentir y pensar van de la mano?


Se entiende que el amor es hijo del conocimiento. Nada espiritual puede repugnar a la razón, pero la vida no cabe sólo en la mente. El sufí tiene curiosidad por conocer, por saber... y por ahondar en el corazón, esencia de ser humano. De ahí la danza derviche...

Giran y giran sobre sí mismos...


¡De derecha a izquierda! Simboliza un volcarse hacia el interior del corazón. ¡Retorno a casa! El sufismo integra razón y corazón, mente y cuerpo: es senda de humanización.

¿Qué es ser humano, según el sufismo?


Somos más de lo que pensamos pero menos de lo que creemos.

Explíquelo.


Más de lo que piensas: llevas el cosmos contigo. Menos de lo que crees: no eres el centro del cosmos.

¿Desde cuándo hay sufíes?


En el siglo X cristalizan dos sufismos: el de Bagdad, en torno a Yunaid; y el de Jorasán, en torno a Bistami.

¿Qué los distingue?


Al de Yunaid se le llama sobrio (la procesión va por dentro), y al de Bistami se le llama ebrio (exterioriza sus secretos). Rumi combinará ambos: el suyo será un sufismo ebriamente sobrio, o sobriamente ebrio.

¿Es posible tal cosa?


Lo visualiza bien la danza: el derviche logra girar hasta la borrachera... ¡pero no cae al suelo!, controla bien sus giros.

¿Hay éxtasis, trance, arrobo místico?


Algo sucede.., pero es una disposición de ánimo ¡previa! a los giros. Más que inducirlo, la danza celebra el éxtasis: no es una pirotecnia, es un fuego lento ¡que te cuece!

Como decía Rumi, ¿no?


Rumi era un teólogo convencional, de orden, un sabio.., pero a los 40 años conoció a un derviche errante, Shams, que zarandeó su vida: descubrió un furor espiritual sólo expresable mediante música y danza...

¿Qué piensa un salafista actual de esto?


Le parece ajeno al islam, exógeno, pagano, impío, atribuible a influjos del eremitismo cristiano, del hinduismo, del budismo...

¿Hay contactos sufíes-cristianos?


Para el sufí no basta con dar: ¡se trata de darte! Por eso ven a Jesús como un modelo.

¿Y qué piensan los musulmanes?


Ven a los sufíes como vemos a los santos.

¿Tiene peso el sufismo, influye?


Una sociedad como la turca, laica en el islam, ¡es posible gracias a los valores del sufismo!, distantes del rigorismo religioso.

¿Hubo sufíes en Al Ándalus?


¡Sí! El murciano Ibn Arabí (siglo XII) es el otro gran pilar del sufismo, junto a Rumi.

¿Ha dejado el sufismo alguna huella identificable en Occidente?


Hay una tradición humorístico-sapiencial de perfume sufí que vemos aflorar en Cervantes, ¡en su Quijote..! Y será muy palmaria en Goethe. ¡Ah, y la x del álgebra... la inventó el sufí Omar Jayam!

Y usted... ¿es sufí?


Sólo soy un humilde aprendiz de derviche.

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