martes, 31 de julio de 2012

Jean Gebser: Evolución hacia la estructura integral de conciencia - Andres Schuschny


La semana pasada comencé a publicar varias entradas acerca de la teoría de la evolución de las estructuras de conciencia según las ideas del ya fallecido antropólogo cultural Jean Gebser. En tal sentido realicé una descripción más o menos detallada (aunque no tanto como lo hace Gebser en su libro) de las estructuras de conciencia:

Hoy culmino (en parte) esta serie presentando la estructura de conciencia que Jean Gebser intuyó como la que comenzó a emerger durante el siglo pasado y que, cómo intenté justificarlo en mi libro La Red y el futuro de las organizaciones, está hoy manifestándose cabal.

Es más o menos evidente, que la alternativa al pensamiento enajenadamente racional no es la irracionalidad, sino una conciencia de carácter integral a-racional. Se podría decir que la estructura integral de conciencia, surge a partir de la primera mitad del siglo pasado, aproximadamente en los años ‘20, se consolida a partir de la década del ’60 y, se hace incuestionable con el surgimiento de la sociedad de la información.

Recordemos que las estructuras emergentes, determinan el patrón dominante con que se interpreta la realidad, sin embargo, cada una contiene, como si fueran capas sucesivas a sus predecesoras. A lo largo de la evolución social, cada sucesiva estructura, resulta ser más compleja que las precedentes puesto que evolución, y por consiguiente, desarrollo son operaciones abarcativas .


Las características más relevantes de la estructura integral de conciencia son:
  • Se siguen distinguiendo las diferencias que dan singularidad a cada una de las partes que comprende la realidad, pero dejan de verse como fragmentos aislados; se comprende que las fronteras entre ellas, también tienen la facultad de unirse. Se es conciente de que cada parte es complementaria entre sí y necesaria en su individualidad. Encontrar aquello, a través de lo cual uno queda re-ligado con lo otro, significa experimentar una sensación de comunión con lo que podemos denominar como “Totalidad”. “No sólo la parte está en el todo, sino también el todo en tanto todo está dentro de la parte” (como decía Morín).
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  • Se trascienden las limitaciones de la tri-dimensionalidad y se incorpora al tiempo, como una dimensión cualitativa en el espacio de la conciencia. En todas las ramas del arte contemporáneo, pero más significativamente en las pinturas del movimiento surrealista, el cubismo, el dadaísmo, el expresionismo abstracto, el pop-art y el neo-expresionismo, se captura esta naturaleza multi-espacial y multi-temporal de la realidad, que también se puede percibir como experiencia individual. Películas como Matrix, Memento, Antes de la lluvia, Solaris, Ciudad de Ángeles, Magnolia, Efecto Mariposa, El ladrón de orquídeas, Amores Perros, El resplandor de una mente sin recuerdos, Babel, Inception y tantas otras, rescatan esta condición. Una virtud de este tipo de película es que se prestan a lecturas de varios niveles.
  • Este estadio profundiza la necesidad de búsqueda, hacia la introspección del ser oculto en cada uno. Así los individuos se adueñan de sus mentes, como también de sus cuerpos. Ambos, unidos en la práctica de la experiencia integrativa generan conductas cada vez más saludables y armónicas. Se unen e integran aspectos instintivos, intuitivos, emocionales, y rituales característicos de las estructuras pre-racionales, junto con la voluntad que emana de la razón conciente, cuya presencia perdura y es innegable.
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  • Cuando se comparte, este tipo de experiencias tan personales, permiten la armonización de lo interno con lo externo, dando lugar a un estado virtuoso de cooperación mutua entre las personas y, entre éstas y el medio ambiente. Se comprende no sólo que cada uno depende del otro, sino que cada uno es el otro en un sentido más profundo y trascendente de captar la realidad.
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  • El Conocimiento se supone arracional, pues no está dominado por la razón y deja mezclar los sentimientos, las intuiciones y los instintos con el pensamiento lógico, en un proceso que trasciende lo conceptual sin eludir lo racional.
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  • El Conocimiento es aperspectivo, pues se mira al mundo, no desde un punto de vista o perspectiva singular o individual, sino sintiéndose como parte del mismo en toda su complejidad. La visión aperspectiva intenta agregar (en lo posible) todas las perspectivas sin privilegiar ninguna en un intento por aprehender lo integral que yace en la totalidad. Así, la percepción se libera de categorías estáticas, permitiendo que el cambio se acepte como un estado permanente de existencia. Como en un tapiz de naturaleza holográfica, se posibilita captar contextos desplegados en contextos desplegados dentro de más contextos
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  • Tiene lugar el reconocimiento de las totalidades más allá de las partes. La visión de la totalidad se transforma en un enfoque, una actitud hacia el todo libre, en cierta forma, de objetivación. Logramos integrarnos con todo lo circundante y, por breves instantes, se diluye la sensación de separación entre uno y la otredad. La reiteración de este tipo de experiencias, produce una profunda transformación en las personas. 
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  • Se supera el dualismo sujeto-objeto manifestado en el estadio racional. Al reconciliarse falsos opuestos, se crean compromisos, más que oposiciones entre las partes; el “linking” en lugar del “ranking”. Se descubre y asimila que el verdadero poder es fruto de la complementariedad entre las partes y no del enfrentamiento entre ellas. El proceso que predomina es la verificación, a diferencia de la descripción.
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  • Se incrementa el acceso a la información y con ello, se despierta la creatividad dormida por la masificación racionalista. La información se transforma en conocimiento y este en sabiduría. La sabiduría, a diferencia del conocimiento, incorpora una dimensión experiencial (el saber, como el sabor de la experiencia vivida). 
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  • Así como la filosofía reemplazó, en cierto sentido, al mito, ésta debería ser complementada por lo que Gebser llamo eteología (palabra tomada del griego “eteos” que significa lo real o verdadero). Gebser utiliza esta palabra, al comparar la experiencia mística o meditativa, libre de la discriminación egoica, con la dialéctica filosofica. Como lo afirma Gebser, la eteología es una aproximación a la realidad de espectro liberador. 
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  • Se acepta con plena sineridad que puede haber muchas respuestas a una misma pregunta, y que cada individuo tiene el potencial de descubrir las propias. La VERDAD no es más que un punto de vista. La realidad no es esta u otra perspectiva sino todas ellas. Por ello, la percepción integral es a-perspectival.
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  • Así, declina la tensión entre el “yo” y lo otro. La tolerancia y la cooperación, emergen como actitudes naturales y mutuamente saludables. La competencia es la acción, que se produce cuando el horizonte temporal de percepción está limitado por la ganancia inmediata, a diferencia de la cooperación que es una actitud natural, cuando la perspectiva va más allá del tiempo inmediato.
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  • Un ego “fuerte” ofrece un claro sentido de quien se es y qué rol se cumple en el mundo. Eso es bueno, pero se paga, para ello, el costo de tener una visión limitada de la realidad y se suprime mucho del potencial latente de lo que se puede llegar a ser. Si se quiere vivir ese potencial a pleno, debemos admitir otras partes de nuestra personalidad. Carl Gustav Jung, amigo y admirador de Jean Gebser, llamó a esto, el proceso de individuación.
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  • Las interconexiones, relaciones, los flujos y procesos son percibidos como un orden emergente, superior en cualidad organizativa a las estructuras materiales y rígidas. Al incorporarse la dimensión cualitativa en la percepción del tiempo, se comprende a las estructuras como constructos impermanentes y, por lo tanto, no pueden ser el fundamento de las explicaciones, tanto en el ámbito material como psico-social. Las relaciones entre las cosas, se hacen más importantes que las propias cosas. La tendencia creciente es a dejar fluir, más que a acumular.
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  • Se asimila una desenvoltura capaz de tratar con las fuerzas del amor, las que surgen de las profundidades de nuestro inconsciente vinculado con el espíritu. Se entiende que el amor es una verdadera energía espiritual. “Amar al prójimo como a sí” no es más que una respuesta basada, en la profunda comprensión y penetración en la realidad de todo lo que esta naciendo, creciendo, desarrollándose, desplegándose, cambiando y muriendo; en los demás, en uno mismo, en el todo.

Al igual que el pensamiento posmoderno, que tiene como base la aceptación de la multi-perspectividad, se descarta la idea de que la realidad es única, inmutable y cognoscible por medio de la razón. Lejos de ser objetivo, el ser humano se transfigura, simultáneamente en observador y participante del mundo que lo rodea. Sin embargo, la descripción de Gebser difiere de la posmodernidad, en tanto que rechaza el escepticismo radical que lo define, su carácter definitivamente auto-centrado y el consecuente hedonismo que lo caracteriza. El movimiento posmoderno no es el emergente, de esta nueva conciencia, sino otro indicio más de la ruptura del orden racionalista.

El racionalismo en tanto enajenado, acaba por alienarse con el conocimiento puramente instrumental y así como con el progreso, la riqueza, el poder y la codicia; la espiritualidad representa el contrapunto, pues se centra en el ideal de humanidad que busca la justicia, la plenitud, la alegría vital, la compasión y el amor. No podemos prescindir de la razón. Pero tampoco desconocer nuestros impulsos espirituales. Dado el carácter armonizador, esta estructura de conciencia no rechaza el pensamiento mítico, sino que lo acepta y consciente.

Percibimos al mundo en nuestra escala vital, como siguiendo ciertas reglas más o menos estables; pero, si vamos más allá en lo macro y lo micro, el espacio se curva, las fronteras entre el pasado y el futuro se desvanecen, la densidad de la materia sea diluye, se crean partículas por doquier, las dimensiones se multiplican, y así siguiendo. La realidad que observamos cotidianamente, es una pseudo-realidad.

Los principales avances en la física del siglo pasado: la teoría de la relatividad, la física cuántica con el principio de incertidumbre de Heisenberg, y el de complementariedad de Bohr (y sus múltiples interpretaciones), la teoría del caos, la cibernética de segundo orden, los teoremas de Gödel, la teoría de las catástrofes, la termodinámica de las estructuras disipativas, la teoría de la información, los enfoques sistémicos, los sistemas complejos adaptativos, la criticalidad auto-organizada, las redes neuronales en fin, las ciencias de la complejidad, han introducido, en las últimas décadas, una visión que relativiza enormemente los conceptos mecanicistas, objetivos de lo real y son todas teorías que reflejan, la creciente importancia que tienen la contingencia, la incertidumbre, la interacción entre múltiples elementos conectados y a su vez, descontrolados, la indeterminación y la diversidad en los sistemas naturales y sociales.

Este tipo de teorías requieren métodos y formas de pensar, distintos al método científico estándar. Por ejemplo, la contribución más importante de la teoría general de los sistemas, que comenzó desarrollando Ludwig von Bertalanffy es la demostración, de que los sistemas vivos no pueden ser comprendidos sólo desde el análisis. Las propiedades de las partes, de los elementos constitutivos, no tienen propiedades intrínsecas en relación al sistema y, en consecuencia, sólo pueden entenderse desde el contexto del todo.
 
Fue luego, Heinz von Foerster quien por los año ‘60, consideró, que la ciencia debía ir más allá y afrontar un nuevo desafío epistemológico, en el cual el observador formara parte del sistema que intenta comprender. Las ciencias de la complejidad, se acomodan a la idea de que el conocimiento no implica una correspondencia con la realidad. Glaserfeld utiliza las palabras del inglés “match” (corresponder) y “fit” (encajar), para tratar de explicar las diferencias entre las dos posiciones metodológicas, que definen el racionalismo crítico y el enfoque sistémico.

El realismo racionalista, considera que existe una correspondencia entre el conocimiento y la realidad, mientras el enfoque sistémico, sostiene que el conocimiento supone sólo un encaje con ella. De este modo, diferentes conocimientos, significados, interpretaciones y experiencias pueden encajar en una misma realidad. Así, la función de la razón, es organizar el mundo experiencial del sujeto y no describir una verdad o realidad ontológica objetiva. 

Como ya se comentara, cada estructura de conciencia, se caracteriza por dar lugar a una manera particular de experimentar el tiempo. En la estructura mágica, el tiempo se experimenta vagamente, como el propio presente; en la mítica, se percibe la temporalidad cíclica, en la mental se transforma en una abstracción lineal cuantificable y análoga al espacio euclideo unidimensional. En la estructura integral de conciencia, se experimenta al tiempo presente (y al proceso de cambio) como un aspecto casi tangible de la realidad. Muchas tradiciones místicas (especialmente las que llegan de oriente) aseveran que vivir profundamente el “eterno” presente, da lugar a una revolución que transforma la propia experiencia de la vida. Gebser entendió esto, no explorando intelectualmente estas tradiciones místicas, sino a través de su propia penetración en la experiencia; experiencia esta, que no está vedada a nadie, siempre que se tenga la voluntad, la paciencia y la apertura para percibirla.

Organización Económica y Social

Cuando Gebser desarrollo sus teorías, Europa iba en camino hacia las guerras mundiales; el fascismo y el nazismo se propagaban y todo lo que vino después. Gebser se vió confrontado con la contundente evidencia de que la humanidad estaba teniendo una suerte de regresión primitivista. Al interactuar con poetas y artistas de los movimientos vanguardistas, percibió que más allá de esta regresión masificadora, un movimiento de mayor complejidad se estaba gestando en el que las conciencias mágicas y míticas se integraban positivamente con la racionalidad y dando lugar a una forma totalmente nueva de percibir y pensar la realidad.

El paralelismo con la época actual no es banal. Los fundamentalismos y primitivismos de hoy (sobre todo en las élites del “mundo organizado”) nos muestran la semejanza con aquella época. Son cada vez más las personas que, habiendo alcanzado ciertos grados de identidad, pertenencia y lealtad con lo local, buscan la integración, a través de una nueva síntesis. La estructura integral de conciencia, comienza a manifestarse a partir del post-industrialismo, en las postrimerías de la modernidad. Los procesos globales más patentes, proyectan una lógica de dominación, inherente a la estructura racional. En cuanto al futuro, poca esperanza habrá si el mundo sigue controlado por el egocentrismo y sus extensiones materiales y políticas, expresadas en armas, mecanismos represivos, sistemas de control y vigilancia social.
 
Sólo cuando una visión integral prolifere, primero en las élites de la sociedad y luego alcance a las amplias mayorías, los verdaderos cambios tendrán lugar. Puede ser que transcurrán varias generaciones para que ello suceda, sin embargo, existen indicios cada vez más evidentes para afirmar que ello acontecerá.

La economía se debería organizar entre los límites impuestos por el medio ambiente y la simple satisfacción de las necesidades, surgiendo una ética basada en la sana búsqueda de la autorrealización, dando más valor al desarrollo del propio potencial interior, que a la mera acumulación material exterior; la ética social se organizará, a partir de una justicia cada vez más distributiva; la ética ecológica, hacia la co-herencia entre la sociedad humana y la naturaleza, que en perspectiva conforman un solo sistema.
 
La teoría económica recuperará su verdadera identidad, sus propósitos fundacionales, al reencontrarse con sus raíces en forma de oikonomía, es decir, el estudio del abastecimiento del oikos, del hogar.

La conciencia global, se complementará con la conciencia nacional, regional, racial y personal. Hace varios años Teilahard de Chardin escribía: “La edad de las naciones ya pasó. Si no queremos morir, es la hora de sacudir los viejos prejuicios y de construir la tierra”. La emergencia de órdenes cada vez más complejos, la auto-organización, la disposición a la interiorización y la convergencia de la vida y la creatividad serán los elementos con que se construirá el mundo.

La modernidad y el racionalismo enajenado, tuvieron la pretensión de crear una realidad unificada, tanto del mundo natural como social. Esto trajo consigo ideologías clasistas, racistas y colonialistas, en sí antropo-centradas. Durante esta nueva era integral, se comienzará a enfatizar cada vez más el pluralismo, la ambivalencia, la tolerancia y la cooperación respecto de las múltiples facetas que constituyen la experiencia humana. Se profundizará la libertad religiosa y sexual responsable.

Desde hace ya tiempo, la sociedad civil, representada en el Tercer Sector se fortalece más y más. Los Organismos No Gubernamentales (ONGs), las Fundaciones y Asociaciones sin Fines de Lucro, las Asociaciones Vecinales y la participación del voluntariado en proyectos sociales, adquieren un impulso sin precedentes.
 
Los mercados atomizados van dejando sitio a las redes y el acceso sustituye cada vez más a la propiedad. La propiedad del capital físico, fue el núcleo básico del modo de vida moderno-industrial, asentado en el estadio mental/racional. Las empresas se hacen cada vez más ingrávidas y evanescentes y son los conceptos, las ideas, las marcas, los diseños, las imágenes y los modos de organización, en oposición a las cosas tangibles, los auténticos portadores de valor de la economía y es la conectividad entre las personas lo que les da sentido y significado cultural.

La propiedad de activos intangibles, se convierte velozmente en la fuerza definitoria de una nueva era de relaciones económicas. Hoy lo estamos viviendo. En forma de patentes, derechos de propiedad intelectual, marcas registradas, nuevas formas de organización y de vínculos interpersonales, las ideas se utilizan cada vez más, para forjar una correspondencia con un nuevo orden de poder económico.

El sentido de identidad de las personas se desliga de la propiedad de las cosas como forma de extensión material del ego y por ello los individuos se “fluidizan” a través de la búsqueda de experiencias de vida. Los miembros de la sociedad se convierten en consumidores de experiencias, lo que genera la búsqueda de autenticidad. Cuando los roles de los Estados, las empresas y la sociedad civil se integren, y gracias al fomento de la responsabilidad social y ambiental conciente, se llegará a lo que puede definirse como un verdadero capitalismo social, cuyo objetivo no sólo será la ganancia, sino el bienestar de la gente y el medio ambiente. Se irá de la competencia a la cooperación, de la beligerancia a la coexistencia pacífica, del egoísmo al mutualismo, de la agresión a la compasión, de la explotación a la empatía, del aislamiento a la conectividad, de la jerarquía a la “heterarquía” .

La estructura integral de conciencia, comenzó a manifestarse en la primera mitad del siglo pasado y sus primeros exponentes fueron muchos filósofos, artistas y científicos. En el arte, por ejemplo en el cubismo, el dadaísmo, el surrealismo, el expresionismo abstracto, el pop-art y el neo-expresionismo; en la ciencia, como vimos, con la superación del paradigma newtoniano-cartesiano, desde el surgimiento de la teoría de la relatividad, la mecánica cuántica, la termodinámica estadística, la teoría de los sistemas complejos, la teoría del caos y la ecología.

Este necesario paradigma de pensamiento comienza a derramarse capilarmente en la sociedad. Aunque muchos son los factores que están contribuyendo a impulsar esta mutación, es probable que ninguno sea tan trascendente, como el que representa la transición de la imprenta al uso de la computadora personal, los teléfonos celulares de última generación y las tabletas electrónicas, y de la convergencia entre ésta y las redes de comunicación. Personalmente me animo a confesar que de promover la estructura integral de conciencia trata, prácticamente todo el contenido de este blog, contenido este que espero pueda ser aprovechado por todos y que contribuya a brindar claridad para delinear el nuevo mapa de la realidad que hoy nos toca vivir.

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