miércoles, 23 de mayo de 2012

Eclipse de Dios - Martín Buber - Fragmento


“... Por lo ético en este sentido estricto entendemos el sí y el no que el hombre da a la conducta y acciones que le son posibles, a la radical distinción entre ellas que las afirma o las niega, no de acuerdo a su utilidad o perjuicio para los individuos y la sociedad, sino de acuerdo con su valor o disvalor.

Hallamos lo ético en su pureza sólo allí donde la persona humana se enfrenta con su propia potencialidad, y distingue y decide en tal confrontación, sin preguntar qué es lo bueno y qué es lo malo en ésta, su propia situación.

El criterio mediante el cual se llevan a cabo esta distinción y esta decisión puede ser ya un criterio tradicional, ya un criterio percibido por el individuo mismo, ya un criterio adquirido por revelación.

Lo importante es que surja una y otra vez la llama crítica, iluminando primero, luego quemando y purificando. ES el conocimiento por parte del individuo de lo que él es “en verdad”, de qué está destinado a ser en su única y no repetible existencia creada.

Cuando este conocimiento se halla plenamente presente, puede surgir de él la comparación entre lo que uno realmente es y aquello para lo que uno está destinado. Lo que se encuentra, se confronta con la imagen, no con la llamada imagen ideal, sino con la imagen surgida de ese misterio del ser mismo que llamamos persona.

Así, el genio que lleva su nombre se enfrenta a la plenitud demoníaca de la conducta y de las acciones posibles ofrecidas al individuo en este momento. Podemos llamar a la distinción y decisión nacidas de estas profundidades, con el nombre de acción de la preconciencia...”.

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Extraído de:  http://omarpal.blogspot.com.ar/2009/07/el-acto-etico-y-el-acto-moral-nestor.html
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