viernes, 2 de marzo de 2012

La materia y sus formas principales de existencia - 2. El movimiento y sus formas principales - 02-03-2012

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La materia y sus formas principales de existencia - 2. El movimiento y sus formas principales
Materia y Materialismo

Academia de Ciencias de la URSS
F. Konstantinov &c.
Fundamentos de filosofía marxista-leninista
Materialismo dialéctico
Capítulo III

La materia y sus formas principales de existencia
Editorial Progreso
Moscú 1977


F. Konstantinov &c.
Fundamentos de la filosofía marxista-leninista
Materialismo dialéctico
Capítulo III

La materia y sus formas principales de existencia
Editorial Pueblo y Revolución
La Habana 1986

1. Concepto filosófico de la materia | 2. El movimiento y sus formas principales
3. El espacio y el tiempo | 4. La unidad del mundo


2. El movimiento y sus formas principales
Al conocer el mundo que nos rodea, vemos que en él no hay nada absolutamente inmóvil e inmutable, que todo está en movimiento y pasa de unas formas a otras. En todos los objetos materiales tiene lugar el movimiento de las partículas elementales, de los átomos y las moléculas; cada objeto se encuentra en acción recíproca con el mundo circundante, y esta interacción lleva implícito movimiento de uno y otro tipo. Cualquier cuerpo, incluso el que se halla en reposo con relación a la Tierra, se mueve junto con [80] ella alrededor del Sol, y juntamente con el Sol, respecto a otros astros de la Galaxia; esta última se desplaza con relación a otros sistemas estelares, &c. El equilibrio, el reposo y la inmovilidad absolutos no existen en ninguna parte; todo reposo y todo equilibrio son relativos, son un estado determinado del movimiento.

2. El movimiento y sus formas principales
Al conocer el mundo que nos rodea, vemos que en él no hay nada absolutamente inmóvil e inmutable, que todo está en movimiento y pasa de unas formas a otras. En todos los objetos materiales tiene lugar el movimiento de las partículas elementales, de los átomos y las moléculas; cada objeto se encuentra en acción recíproca con el mundo circundante, y esta interacción lleva implícito movimiento de uno y otro tipo. Cualquier cuerpo, incluso el que se halla en reposo con relación a la Tierra, se mueve junto con ella alrededor del Sol y junto con el Sol, respecto a otros astros de la Galaxia; esta última se desplaza con relación a otros sistemas estelares, &c. El equilibrio, el reposo y la inmovilidad absolutos no existen en ninguna parte; todo reposo y todo equilibrio son relativos, son un estado determinado del movimiento.
Tomado en su aspecto más general, el movimiento es idéntico a todo cambio, a cualquier transición de un estado a otro. El movimiento es un atributo universal, una forma de existencia de la materia. En el mundo no puede haber materia sin movimiento, de la misma manera que no hay movimiento sin materia.

Tomado en su aspecto más general, el movimiento es idéntico a todo cambio, a cualquier transición de un estado a otro. El movimiento es un atributo universal, una forma de existencia de la materia. En el mundo no puede haber materia sin movimiento, de la misma manera que no hay movimiento sin materia.
La materia, que está vinculada indisolublemente al movimiento y posee actividad interna, no necesita de ningún impulso divino externo para ser puesta en movimiento (precisamente esta concepción metafísica del «primer impulso» fue defendida en su tiempo por algunos filósofos metafísicos, que consideraban la materia como una masa inerte, estancada).

La materia, que está vinculada indisolublemente al movimiento y posee actividad interna, no necesita de ningún impulso divino externo para ser puesta en movimiento (precisamente esta concepción metafísica del «primer impulso» fue defendida en su tiempo por algunos filósofos metafísicos, que consideraban la materia como una masa inerte, estancada). [65]
La materia es la base sustancial de todos los procesos que se operan en el mundo; el movimiento separado de la materia, «el movimiento puro», no existe, lo mismo que no existe la energía sin materia. Los representantes del energetismo (en primer lugar el naturalista alemán Guillermo Ostwald, cuyas opiniones criticó Lenin en el libro Materialismo y empirocriticismo) admitían la existencia del movimiento sin la materia. Identificaban la masa y la materia, luego la masa y la energía, tras lo cual se deducía que la materia y la energía eran idénticas.

La materia es la portadora de todos los cambios, la base sustancial de todos los procesos que se operan en el mundo; el movimiento separado de la materia, «el movimiento puro», no existe. Los representantes del energetismo (en primer lugar el naturalista alemán Guillermo Ostwald, cuyas opiniones criticó Lenin en el libro Materialismo y empirocriticismo) admitían la existencia del movimiento sin la materia. Consideraban que la única base de todos los cambios es la «energía pura», separada de la materia y transformada en algo inmaterial. En realidad, la energía es una propiedad de la materia que representa la medida cuantitativa del movimiento y expresa la capacidad de los sistemas materiales de efectuar una labor determinada a partir de los cambios internos. La energía no existe al margen de la materia y se manifiesta siempre únicamente junto con otras propiedades de los cuerpos materiales.
Algunos científicos modernos que, basándose en la fórmula E = mc2 (E: energía; m: masa; c: velocidad de la luz), llegan a la conclusión de que la materia y la energía son equivalentes, razonan como energistas. Opinan que la conversión de las partículas y las antipartículas (mediante su interacción) en fotones es la destrucción («aniquilación») de la materia, la transformación de ésta en «energía pura». En realidad, los cuanta del campo electromagnético (fotones) son una forma de la materia en movimiento. En este caso no hay destrucción de la materia, sino transición de una a otra forma de la materia, acatándose estrictamente las leyes de la conservación de la masa, de la energía, de la carga [81] eléctrica, del impulso, del momento del impulso y de algunas propiedades más de las micropartículas.

Algunos científicos contemporáneos razonan también en el espíritu del energetismo y sacan conclusiones idealistas de la transformación de las partículas y antipartículas (mediante su acción recíproca) en cuantos del campo electromagnético (fotones). Según ellos, se produce la aniquilación («anihilación») de la materia, su transformación en «energía pura». Pero, como sabemos ya, el campo electromagnético no puede ser reducido a la energía: es una forma, una variedad de la materia. La transformación de las partículas y antipartículas en fotones no significa la «anihilación» de la materia, sino su paso de unas formas a otras en conformidad estricta con las leyes de la conservación de la masa, de la energía, del momento cinético, del espín (del momento intrínseco de rotación de las partículas), de la carga eléctrica y de algunas otras propiedades.
En la naturaleza existe una cantidad infinita de sistemas materiales cualitativamente distintos, cada uno de los cuales posee un movimiento específico. La ciencia moderna sólo conoce una pequeña parte de estos movimientos, que pueden ser subdivididos en una serie de formas fundamentales del movimiento. Entre estas últimas figuran los modos de existencia y funcionamiento de los sistemas materiales a los niveles estructurales correspondientes. Las formas fundamentales del movimiento incluyen también grupos de procesos que se subordinan a las leyes generales (distintas para las diferentes formas del movimiento).

En la naturaleza existe una cantidad infinita de sistemas materiales cualitativamente distintos, cada uno de los cuales posee un movimiento específico. La ciencia moderna sólo conoce una pequeña parte de estos movimientos, que pueden ser subdivididos en una serie de formas fundamentales del movimiento. Entre estas últimas figuran conjuntos de procesos y cambios de la materia que son inherentes a los objetos materiales del mismo tipo, tienen distintos rasgos comunes y se subordinan a algunas leyes generales (distintas para las diferentes formas del movimiento).
En la clasificación de las formas fundamentales del movimiento corresponde un gran mérito a Federico Engels, quien en su obra Dialéctica de la Naturaleza distinguió las formas físicas, químicas, biológicas y sociales del movimiento y analizó su contenido {(5) Véase C. Marx y F. Engels. Obras, t. 20, págs. 406-407}. Señaló que en el mundo existen formas del movimiento como la traslación mecánica, el calor, la luz, la electricidad y el magnetismo, el movimiento químico, biológico (la vida) y social, en el cual incluía también el pensamiento. Esta clasificación conserva su valor en nuestros días. Parte del principio del desarrollo histórico de la materia y de la irreductibilidad cualitativa de las formas superiores del movimiento a las inferiores. Durante los cien años transcurridos desde entonces, la ciencia ha descubierto muchísimas formas de movimiento en los micro y megamundos: el movimiento y la transformación de las partículas elementales, los procesos en los núcleos atómicos, en las estrellas, en los estados superdensos de la sustancia, la ampliación de la Metagalaxia, &c.

La clasificación de las formas fundamentales del movimiento corresponde un gran mérito a Federico Engels, quien en su obra Dialéctica de la naturaleza distinguió las formas físicas, químicas, [66] biológicas y sociales del movimiento y analizó su contenido. (54, XX, 406-407) Señaló que en el mundo existen formas del movimiento como la traslación mecánica, el calor, la luz, la electricidad y el magnetismo, el movimiento químico, biológico (la vida) y social, en el cual incluía también el pensamiento. Esta clasificación conserva su valor en nuestros días. Parte del principio del desarrollo histórico de la materia y de la irreductibilidad cualitativa de las formas superiores del movimiento a las inferiores. Durante los cien años transcurridos desde entonces, la ciencia ha descubierto muchísimos fenómenos nuevos en el micromundo y el cosmos, en la esfera biológica y en la social, que han ampliado en grado sustancial nuestras nociones acerca de las formas fundamentales del movimiento.
Hoy día pueden destacarse de las formas fundamentales del movimiento, ante todo, las que se manifiestan en todas las escalas espaciales y niveles estructurales conocidos de la materia. Inclúyense en ellas: 1) el desplazamiento en el espacio, como el movimiento mecánico de los átomos, las moléculas y los cuerpos macroscópicos y cósmicos; la propagación de las ondas electromagnéticas y gravitatorias (sin trayectoria); el movimiento de las partículas elementales; 2) la [82] interacción electromagnética; 3) la interacción gravitatoria (atracción).

Entre estas formas destacaremos, en primer lugar, las que tienen un carácter muy general y se observan en los más diversos niveles estructurales de la materia, en todas las magnitudes de tiempo y espacio conocidas. Una de ellas es la traslación en el espacio, que acompaña a todo cambio. Esta traslación puede ser uniforme, acelerada, rectilínea, giratoria y oscilatoria, seguir trayectorias determinadas y realizarse sin trayectorias. Tiene asimismo un carácter bastante general el movimiento gravitacional, que es un proceso de interacción de todos los cuerpos conocidos por medio del campo de gravitación. Esta acción recíproca determina la formación de todos los sistemas cósmicos, la unión de grandes masas de sustancia. En la naturaleza se manifiesta también ampliamente la forma electromagnética del movimiento, que incluye todos los procesos de interacción con participación del campo electromagnético. Las interacciones electromagnéticas condicionan la unión de las partículas elementales en átomos, la de los átomos en moléculas y la de estas últimas en cuerpos macroscópicos.
Luego hay que destacar las formas de movimiento manifestado únicamente a determinados niveles estructurales en la naturaleza inanimada, en la naturaleza viva y en la sociedad. En la naturaleza inanimada son, ante todo, las interacciones y transformaciones de las partículas elementales y de los núcleos atómicos. Todos los tipos de energía nuclear son manifestaciones particulares de esta forma del movimiento. La redistribución de las conexiones entre los átomos en las moléculas y de la reestructuración de las capas electrónicas de los átomos en las moléculas origina un proceso de transformación de unos átomos en otros y de formación de moléculas. Este proceso constituye la forma química del movimiento.

Debe mencionarse, además, la forma de movimiento peculiar únicamente de la estructura de los núcleos atómicos y de las partículas elementales. Todos los tipos de energía nuclear son manifestaciones particulares de esta forma del movimiento. La redistribución de las conexiones entre los átomos en las moléculas y de la reestructuración de las capas electrónicas de los átomos en las moléculas origina un proceso de transformación de unos átomos en otros y de formación de moléculas. Este proceso constituye la forma química del movimiento.
Las formas del movimiento de los microobjetos siguen actuando en sistemas materiales más complejos. Ahora bien, las propiedades y leyes a que está sujeto el cambio de los sistemas más complejos no se reducen a las propiedades y leyes del cambio de los sistemas pequeños y de las micropartículas que los componen. Estas diferencias caracterizan la originalidad cualitativa de las formas del movimiento que corresponden a dichos sistemas.

Las formas del movimiento de los microobjetos siguen actuando en sistemas materiales más complejos. Ahora bien, [67] las propiedades y leyes a que está sujeto el cambio de los sistemas más complejos no se reducen a las propiedades y leyes del cambio de los sistemas pequeños y de las micropartículas que los componen. Estas diferencias caracterizan la originalidad cualitativa de las formas del movimiento que corresponden a dichos sistemas.
A escala macroscópica y cósmica son características formas del movimiento como el calor, la mutación de las fases de las sustancias, los procesos de cristalización, los cambios estructurales en los cuerpos sólidos, en los líquidos, en los gases y en el plasma. La forma geológica del movimiento incluye un conjunto de procesos físico-químicos relacionados con la formación de minerales de toda índole y otras sustancias sometidas a grandes temperaturas y presiones. En las estrellas se manifiestan asimismo formas de movimiento como las reacciones termonucleares autosostenidas, la formación de elementos químicos (sobre todo en los fulgores de estrellas novas y supernovas). Cuando las masas y densidades de los objetos cósmicos son muy grandes, puede haber procesos del tipo del colapso gravitatorio y del paso del sistema al estado superdenso, en el cual su campo de gravitación no deja de escapar ya partículas de sustancia ni emisión electromagnética. A escala del megamundo somos testigos de la grandiosa ampliación de la Metagalaxia que, por lo [83] visto, es una etapa aparte de la forma de movimiento de este gigantesco sistema material. A cada nivel estructural de la materia aparecen formas propias de movimiento y funcionamiento de los sistemas materiales respectivos.

A escala macroscópica y cósmica son características formas del movimiento como el calor, la mutación de las fases de las sustancias, los procesos de cristalización, etcétera.
Las formas del movimiento de la naturaleza viva comprenden los procesos que se operan dentro de los organismos vivos y en los sistemas de éstos: familias y colonias de organismos, especies, biogeocenosis y toda la biosfera (6). La vida es el modo de existencia de los cuerpos albuminoideos y ácidos nucleicos. Su contenido son el metabolismo incesante entre el organismo y el medio exterior, los procesos de reflexión y autorregulación orientados a la autodefensa y la reproducción de los organismos.

Las formas biológicas del movimiento comprenden los procesos que se operan dentro de los organismos vivos y en los sistemas de éstos: familias y colonias de organismos, especies, biogeocenosis y toda la biosfera (1). La vida es el modo de existencia de los cuerpos albuminoideos y ácidos nucleicos. Su contenido son el metabolismo incesante entre el organismo y el medio exterior, los procesos y reglexión y autorregulación orientados a la autodefensa y la reproducción de los organismos.
{(6) Biogeocenosis: conjunto de algunas especies de animales y plantas que pueblan determinado sector del medio, juntamente con sus condiciones naturales de existencia. Biosfera: conjunto de todos los organismos vivos del planeta que habitan en el aire, el agua, la tierra o los estratos de ésta.}

{(1) Biogeocenosis: conjunto de alguna especies de animales y plantas que pueblan determinado sector del medio, juntamente con sus condiciones naturales de existencia. Biosfera: conjunto de todos los organismos vivos del planeta que habitan en el aire, el agua, la tierra o los estratos de ésta.}
Todos los organismos vivos son sistemas abiertos. Al intercambiar constantemente sustancia y energía con el medio circundante, el organismo vivo recrea sin cesar su estructura y sus funciones y las mantiene en una estabilidad relativa. El metabolismo, que origina una autorrenovación ininterrumpida de la composición celular de los tejidos.

Todos los organismos vivos son sistemas abiertos. Al intercambiar constantemente sustancia y energía con el medio circundante, el organismo vivo recrea sin cesar su estructura y sus funciones y las mantiene en una estabilidad relativa. El metabolismo, que origina una autorrenovación ininterrumpida de la composición celular de los tejidos, tiene por base las leyes de la autorregulación y dirección que actúan en los organismos vivos, los procesos de reflejo interno y externo por los sistemas vivos de sus condiciones de existencia.
La vida es un sistema de formas de movimiento y comprende procesos de interacción, cambio y desarrollo en los sistemas biológicos supraorgánicos: las colonias de organismos y especies, las biocenosis, las biogeocenosis y toda la biosfera.


La etapa superior de desarrollo de la materia en la Tierra es la sociedad humana, con las formas sociales de movimiento que le son inherentes. Estas formas se complican sin cesar a medida que progresa la sociedad. Comprenden todas las manifestaciones de la actividad concreta de los hombres, todos los cambios sociales y tipo de acción recíproca entre los diversos sistemas sociales: desde el individuo hasta el Estado y la sociedad en su conjunto. Todos los procesos de reflexión de la realidad en el pensamiento que se fundan en las síntesis de todas las formas físico-químicas y biológicas de movimiento en el cerebro del hombre son también una manifestación de las formas sociales del movimiento. [84]

La etapa superior de desarrollo de la materia en la Tierra es la sociedad humana, con las formas sociales de movimiento que le son inherentes. Estas formas se complican sin cesar a medida que progresa la sociedad. Comprenden todas las manifestaciones de la actividad concreta de los hombres, todos los cambios sociales y tipo de acción recíproca entre los diversos sistemas sociales: desde el individuo hasta el Estado y la sociedad en su conjunto. Todos los procesos de reflexión de la realidad en las nociones, conceptos y teorías son también una manifestación de las formas sociales del movimiento. [68]
Entre las diversas formas de movimiento de la materia existe una estrecha interrelación, que se manifiesta, sobre todo, en el desarrollo histórico de la materia y en el surgimiento de las formas superiores del movimiento a partir de las relativamente inferiores. Esas formas superiores sintetizan en sí, transformadas, muchas formas inferiores que las precedieron y fueron la base de su surgimiento. Por ejemplo, el funcionamiento del organismo humano se basa en la acción recíproca de las formas físicas, químicas y biológicas del movimiento, que se hallan en él en unidad indisoluble; al mismo tiempo, el hombre se manifiesta como sujeto portador de las formas sociales del movimiento.

Entre las diversas formas de movimiento de la materia existe una estrecha interrelación, que se manifiesta, sobre todo, en el desarrollo histórico de la materia y en el surgimiento de las formas superiores del movimiento a partir de las relativamente inferiores. Esas formas superiores llevan en sí, transformadas, muchas formas inferiores que las precedieron y fueron la base de su surgimiento. Por ejemplo, el funcionamiento del organismo humano se basa en la acción recíproca de las formas físicas, químicas y biológicas del movimiento, que se hallan en él en unidad indisoluble; al mismo tiempo, el hombre se manifiesta como sujeto portador de las formas sociales del movimiento.
Al estudiar la interrelación de las formas del movimiento tiene importancia evitar, por un lado, que se aísle las formas superiores de las inferiores y, por otro, que se reduzca mecánicamente las primeras a las segundas.

Al estudiar la interrelación de las formas del movimiento tiene importancia evitar, por un lado, que se aísle las formas superiores de las inferiores y, por otro, que se reduzcan mecánicamente las primeras a las segundas.
Si se separan las formas superiores de las inferiores será imposible dilucidar su origen y sus peculiaridades estructurales. En biología, por ejemplo, dicha separación condujo al vitalismo. Según esta concepción idealista, la actividad vital de todos los organismos está condicionada por algunos factores inmateriales implícitos en ellos —una «fuerza vital», una «entelequia», &c.—, a los que se atribuía, en definitiva, origen divino. La ciencia asestó un golpe al vitalismo al descubrir las leyes del surgimiento histórico de la vida y la condicionalidad de sus procesos por las formas físico-químicas del movimiento.

Si se separa las formas superiores de las inferiores será imposible dilucidar su origen. En biología, por ejemplo, dicha separación condujo al vitalismo. Según esta concepción idealista, la actividad vital de todos los organismos está condicionada por algunos factores inmateriales implícitos en ellos —una «fuerza vital», una «entelequia», &c.—, a los que se atribuía, en definitiva un origen divino. La ciencia asestó un golpe al vitalismo al descubrir las leyes del surgimiento histórico de la vida y la condicionalidad de sus procesos por las formas físico-químicas del movimiento.
Reducir las formas superiores del movimiento a las inferiores significa desconocer la especificidad cualitativa de estas formas. Pero en los procesos sociales existen rasgos y peculiaridades específicos que no son inherentes a los biológicos, y cualesquiera que sean las formas biológicas del movimiento que estudiemos, no podremos en modo alguno deducir de ellas las leyes de los fenómenos sociales. De la misma manera, las formas biológicas del movimiento no pueden reducirse a las formas físicas y químicas.

Reducir las formas superiores del movimiento a las inferiores significa desconocer la especificidad cualitativa de estas formas. Pero en los procesos sociales existen rasgos y peculiaridades específicos que no son inherentes a los biológicos, y cualesquiera que sean las formas biológicas del movimiento que estudiemos, no podremos en modo alguno deducir de ellas las leyes de los fenómenos sociales. De la misma manera, las formas biológicas del movimiento no pueden reducirse a las formas físicas y químicas.
El desprecio de la diferencia cualitativa entre las formas superiores del movimiento y las inferiores conduce al mecanicismo. Este surge cuando se intenta reducir las formas superiores del movimiento a las inferiores sin tomar en consideración todas las formas precedentes e intermedias. [85] Por ejemplo, a veces se identifica el pensamiento con los procesos informativos que tienen lugar en las máquinas cibernéticas, no viendo el hecho fundamental de que todos los procesos en los sistemas cibernéticos son resultado de las formas físicas del movimiento. En cambio, el pensamiento se basa en la interacción de las más complejas formas biológicas y sociales del movimiento, es producto del desarrollo social y, por ello, no puede ser comprendido fuera del estudio de lo que se refleja en el cerebro humano.

El desprecio de la diferencia cualitativa entre las formas superiores del movimiento y las inferiores conduce al mecanicismo. Este surge cuando se intenta reducir las formas superiores del movimiento a las inferiores sin tomar en consideración todas las formas precedentes e intermedias. Por ejemplo, a veces se identifica el pensamiento con los procesos informativos que tienen lugar en las máquinas cibernéticas, no viendo el hecho fundamental de que todos los procesos en los sistemas [69] cibernéticos son resultado de las formas físicas del movimiento. En cambio, el pensamiento se basa en la interacción de las más complejas formas biológicas y sociales del movimiento, es producto del desarrollo social y, por ello, no puede ser comprendido fuera del estudio de lo que se refleja en el cerebro humano.
El conocimiento de la interrelación entre las formas del movimiento tiene gran importancia metodológica para revelar la unidad material del mundo y las peculiaridades del desarrollo histórico de la materia. La investigación de las peculiaridades y leyes del ser de la materia coincide, en medida considerable, con el estudio de las formas de su movimiento a distintos niveles y grados estructurales del desarrollo. El esclarecimiento de la especificidad cualitativa de las distintas formas de movimiento de la materia y de su conexión recíproca es importante también para clasificar las ciencias que estudian estas formas del movimiento y comprender los complejos procesos que se producen en la cognición científica contemporánea (aparición de nuevas ramas del saber, empleo de los métodos de unas ciencias en otras, &c.).

El conocimiento de la interrelación entre las formas del movimiento tiene gran importancia metodológica para revelar la unidad material del mundo y las peculiaridades del desarrollo histórico de la materia. La investigación de las peculiaridades y leyes del ser de la materia coincide, en medida considerable, con el estudio de las peculiaridades de su movimiento a distintos niveles y grados estructurales del desarrollo. El esclarecimiento de la especificidad cualitativa de las distintas formas de movimiento de la materia y de su conexión recíproca es importante también para clasificar las ciencias que estudian estas formas del movimiento y comprender los complejos procesos que se producen en la cognición científica contemporánea (aparición de nuevas ramas del saber, empleo de los métodos de unas ciencias en otras, &c.).
Es importante aclarar las leyes de la interdependencia de las formas del movimiento para conocer la esencia de la vida y otras formas superiores de movimiento y modelar las funciones de los sistemas complejos, incluido el cerebro humano, en sistemas técnicos más complicados cada día. El progreso de la ciencia y la técnica ofrece en esta dirección perspectivas inabarcables.



1. Concepto filosófico de la materia | 2. El movimiento y sus formas principales
3. El espacio y el tiempo | 4. La unidad del mundo

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