jueves, 25 de noviembre de 2010

Tengo un problema, no me quiero salvar - Gonzalo Pereyra Saez. 25-11-2010

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Tengo un problema, no me quiero salvar - Gonzalo Pereyra Saez


Últimamente ando algo perdido....................

Siento que no quiero vivir así, de un lugar al otro como un loco, no quiero vivir así, como se vive. No quiero recibirme y ser un tipo de traje deambulando por el centro de la ciudad, con la mirada perdida y con el tiempo apurado. Veo a las personas esclavas del televisor, del auto y otros productos, las veo, las observo detenidamente, y noto que viven esclavizadas por todo lo que las rodea, los semáforos, el estrés, el patrón, las cuentas y las facturas.

Cuando camino por la calle y miro a mis compañeros de vereda pasar, me pregunto ¿Venimos al mundo para hacer esto? Al fin de cuentas parece que las personas duermen 7 horas por día, trabajan 10, viajan 2 y otras tantas usan para comer e ir al baño, pero ¿Cuantas disfrutan? Parecería que pocas o, en su defecto, ninguna.

No quiero vivir así, como se vive, no quiero pensar por el televisor, ni medirme con el otro a ver quién la tiene más grande, no quiero que la vara que mida el éxito en mi vida sea el dinero.

Estudio y trabajo, me siento solo muchas veces, otras prisionero de las cosas y, casi siempre, como un conejo corriendo la zanahoria. Yo solo busco la felicidad, pero como me cuesta encontrarla. Procuro ayudar a las personas, tender al bien del otro con la misma firmeza que al propio, no por bueno, lo hago más bien por egoísta, para mi propio bien, sin embargo otras veces, hago daño, es como que lucho contra mi propia naturaleza de manera constante. Escucho hablar de la felicidad y, de hecho, algunas veces la veo en los ojos de otras personas, y me pregunto ¿Por qué a mí no me viene? ¿Por qué no me llega de una vez y para siempre?

Soy feliz de a ratos, chiquitos, pero después vuelvo a las miserias cotidianas que el mundo tiene, las del vivir. Entonces es que pienso y me digo a mi mismo, no será que deseo con exceso las cosas que no tengo, no será que soy impaciente y ansioso, pero después me pregunto ¿Cómo se es feliz sabiendo que en la esquina los niños comen naranjas podridas de la basura? ¿Cómo se es feliz si nos sentimos amenazados por los otros todo el tiempo? ¿Cómo se hace para ser feliz si el ritmo de vida que llevamos no nos deja pensar en otra cosa más que en las cosas?

Al fin y al cabo, me doy cuenta que la conciencia nos jode la vida y nos cruza, indefectiblemente, con la tristeza. Voy a tener que resignarme a vivir la vida como se vive o, mejor, echar mi conciencia lejos, por siempre jamás.

Ahora comienzo por entender que la felicidad es una construcción racional, no pasa mágicamente, no tiene certezas solo dudas, no viene ni se va, es una palabra, una idea o, mejor dicho, un ideal, solo hay dos caminos para llegar a ella, uno es hacerse el tonto, el otro serlo.


P.D: Pero hay algo que me olvidaba mencionar, veo la felicidad a diario, la veo en otros ojos que no son los míos, son los de mi hermanita Morena.

Gonzalo Pereyra Saez
17 de Noviembre de 2010


Extraído de:
http://www.actanonverba1810.blogspot.com/2010/11/tengo-un-problema-no-me-quiero-salvar.html
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