lunes, 18 de octubre de 2010

El libro del equilibrio y la armonía - Li Daoqun


El libro del equilibrio y la armonía es una célebre miscelánea del siglo XIII de textos filosóficos, poemas y prácticas taoístas escritas y compiladas por Li Daoqun, maestro de la escuela de la Realidad Completa,

un movimiento que se inició hace más de mil años con el fin de restaurar los principios sapienciales del taoísmo, que habían ido decayendo con el transcurso del tiempo en una abigarrada religiosidad mágica y supersticiosa, poco acorde con el espíritu original.

Esta colección de escritos reunida por uno de los discípulos del maestro, nos ofrece un compendio poco usual de las enseñanzas de uno de los círculos más relevantes de este asiático, depositario de las bases más puras del taoísmo clásico.

Fiel heredero del Dao De Jing (Tao Te Ching), el Yi Jing (I Ching) y el Zhuang Zi (Chuang Tse), El libro del equilibrio y la armonía asimila la tradición alquímica del inmortalismo, expuesto en La Triple Unidad, y la ya clásica exposición aclaratoria del Yi Jing, registrada en una obra singular titulada Comprendiendo la realidad.

Asimismo, sigue las enseñanzas del budismo Chan (Zen), así como ciertas partes de las primeras obras clásicas y las tradiciones del confucionismo. Publicamos íntegros los tres primeros capítulos del libro.

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Fuentes

Lo absoluto

Lo absoluto es movimiento y quietud sin comienzo, yin y yang sin comienzo.

Los budistas llaman a esto ‘estado de consciencia suprema’; los taoístas, ‘la píldora de oro’; los confucionistas, ‘lo absoluto’. Lo que es denominado ‘el infinito absoluto’ significa el límite de lo ilimitado.

Buda lo definió ‘como es, inmutable, siempre claramente consciente’.

El Yi Jing (I Ching) dice que es ‘sereno e imperturbable, aunque sensible y efectivo’.

Un texto alquímico dice: ‘Cuerpo y mente inconmovibles, lo que supone que todavía hay en él un potencial real e inagotable’.

Todos estos comentarios se refieren a la sutil raíz de lo absoluto.

Así pues, de esto se entiende que lo que estiman las tres doctrinas, budismo, taoismo y confucianismo es la estabilidad en calma. Esto es a lo que un maestro confuciano llama tener como fundamento la calma.

Cuando la mente humana está en calma y estable, antes de haber sido afectada por las cosas, se encuentra fundida con el designio celestial; participa de la sutileza de lo absoluto.

Una vez que se halle afectada por las cosas habrá parcialidad; esto es, cambio de lo absoluto.

Cuando te hallas en calma, estable y esmerado en la atención, el designio celestial es siempre claro, la consciencia abierta no se ha oscurecido; entonces adquieres autonomía en la acción y puedes abordar todo lo que surja.

Madurando la práctica de la estabilidad en calma, uno llega espontáneamente a ese auténtico restablecimiento de lo infinito, donde la sutil respuesta de lo absoluto es clara y el designio del universo y de todas las cosas se realiza completamente en uno mismo.

Equilibrio y Armonía

Equilibrio y armonía las cuatro direcciones que tienen por centro la realidad; en la acción todo está equilibrado.

El Registro de los Ritos dice: ‘Cuando las emociones aún no han emergido, eso se llama equilibrio; cuando son activas, pero todas en proporción, se llama armonía’.

Que no hayan emergido implica que, en medio de la estabilidad en calma, se ha de ser cuidadoso en la atención; por eso se llama armonía.

Equilibrio en todas las acciones, a eso se llama alcanzar el Camino en el mundo.

Verdaderamente, si uno puede conseguir en su interior el equilibrio y la armonía, entonces el ser que es fundamentalmente así se mostrará claro y consciente, despierto en la quietud, preciso en la acción; y podrá responder a los interminables cambios del mundo.

Lao Zi (Lao Tse) dijo: ‘Si los hombres logran ser claros y estar en calma, el cielo y la tierra les llegarán.

Esto significa lo mismo que el dicho ‘lleva a cabo el equilibrio y la armonía, y el cielo y la tierra estarán en su lugar y los Diez Mil seres crecerán’.

El equilibrio y la armonía son las sutiles funciones de la eficiencia sensible, las obras esenciales de respuesta al cambio, la totalidad del movimiento y la quietud cíclicos del flujo de creación y crecimiento de los que se habla en el Yi Jing (I Ching).

Dejar y Seguir

Deja que tu cuerpo esté sereno, tu mente clara, deja que se integre la sociedad, que los acontecimiento se desenvuelvan espontáneamente.

Entonces cuerpo, mente, sociedad y acontecimientos seguirán el orden, el camino, el tiempo y el designio de la naturaleza, como respuesta a los hombres, las cosas, los cambios y las oportunidades.

Cuerpo, mente, sociedad y acontecimientos se llaman las cuatro condiciones.

Toda la gente mundana las convierte en ataduras enmarañadas; sólo aquellos que dejan y siguen obran correctamente.

Siempre obrando de esta manera, si uno se mantiene en calma, nunca se verá atrapado.

¿Qué es dejar? Dejar significa que el cuerpo esté sereno, dejar que la mente esté clara, dejar que la sociedad esté integrada, dejar que los acontecimientos sean espontáneos.

¿Qué es seguir? Significa seguir el orden de la naturaleza, seguir el camino de la naturaleza, el ritmo de la naturaleza, el designio de la naturaleza.

Cuando el cuerpo sigue el orden de la naturaleza, uno puede en consecuencia, responder a los demás.

Cuando la mente sigue el camino de la naturaleza uno puede, en consecuencia, responder a los demás.

Cuando la sociedad sigue eL camino de la naturaleza, es posible, en consecuencia, responder a las oportunidades.

Cuando uno puede dejar, puede seguir y puede responder, entonces es libre y tiene la mente clara en las cuatro condiciones.

Aquellos que ven ese camino siempre responden en calma, siempre son claros y siempre son puros.

Brillar y Errar

La mente brillante está siempre en calma; en la acción responde a los Diez Mil cambios.

Incluso cuando está activa se halla esencialmente en calma.

La mente errante está siempre agitada; en la quietud produce Diez Mil pensamientos.

Incluso en reposo siempre se halla, básicamente, en movimiento.

Desde muy antiguo se ha dicho: ´

‘Apaga siempre la mente agitada, nunca apagues la mente brillante;

la mente que no cesa es la mente errante.

La mente brillante es la mente del Dao, la mente errante es la mente humana.

Cuando se dice que la mente del Dao es vaga, esto quiere decir que es sutil y difícil de ver.

Cuando se dice que la mente humana está en peligro, esto quiere decir que se halla insegura y desasosegada.


Incluso en la mente humana se halla la mente del Dao; incluso en la mente del Dao está la mente humana.

Es cuestión de mantenerse persistentemente centrado y equilibrado en la actividad y la quietud, de manera que la mente brillante este siempre presente y la mente errante no se mueva.

Entonces, lo que era inseguro se convertirá en apacible y lo que era vago se hará nítido.

En ese momento, la mente errante vuelve y el Dao, libre de error, se realiza.

Esto es lo que el Yi Jing (I Ching) llama ‘volver para ver el corazón del Cielo y de la Tierra’.

Sentencias

El Dao está abierto a todo. La total apertura no tiene sustancia. Termina en lo interminable, comienza en lo incomenzable.

Cuando la apertura culmina, se transforma en espíritu; el espíritu cambia para producir energía; la energía se adensa en forma: el uno se divide en dos.

Con la dualidad, llega el sentir: con el sentir, el yin y el yang se aparejan en mutua interacción.

Lo creativo y lo receptivo establecen sus posiciones, movimiento y quietud se alternan incesantemente; creatividad, receptividad, vitalidad y espíritu son interdependientes, lo activo y lo pasivo de relevan el uno al otro.

En este momento, creatividad, receptividad, deseo, consciencia, movimiento, quietud, atracción y acuerdo se unen con las operaciones de esencia, sentido, espíritu, vitalidad y voluntad, de forma que se da la consistencia que establece las estaciones de todo el ciclo vital.

Un armonioso proceso de destilación sustenta el origen y la creación: en el cielo, distribuye las Diez Mil formas; en la tierra nutre a todos los seres vivos.

Todas las formas contribuyen entre sí, los seres son inmanentes el uno en el otro; por eso, la evolución y el desarrollo prosiguen interminablemente.

Todo en el mundo suscita el ser; el ser suscita el no ser.

El ser y el no ser se interpenetran, ocultándose y revelándose el uno al otro en mutua interdependencia.

Cuando llegamos a la fuente de sus orígenes, vemos que todo lo que existe está basado en la energía.

Discerniendo su fin, vemos que todos los seres se convierten en forma.

Así sabemos que todos los seres son, básicamente, una forma y una energía.

Forma y energía con, básicamente, un espíritu.

Espíritu es, básicamente, apertura total. El Dao es, básicamente, el no ser fundamental. En eso consiste el cambio.

La posición del cielo es arriba, la posición de la tierra es abajo. Los humanos y otros seres permanecen en el medio, fluyendo y evolucionando espontáneamente. En eso consiste la energía.

El cielo y la tierra son los seres más grandes; los humanos son los animales más inteligentes.

El cielo y los humanos son uno; el universo está entre sus manos, las Diez Mil evoluciones se suscitan en sus cuerpos.

En eso consiste la transformación.

La consumación de la humanidad consiste en establecer vida en el centro del cielo y la tierra, en convertir en esencia su acervo de consciencia abierta.

Establecer esencia y vida, en eso consiste el espíritu.

La vida está conectada con la energía; la esencia está conectada con el espíritu.

Sumerge el espíritu en la mente, reúne energía en el cuerpo. En eso consiste el Dao.

Los iluminados hacen que su energía y su espíritu estén completos. Mediante la repetición de la armonía se convierten en reales de modo natural.

Lo real dentro de lo real, lo misterioso dentro de lo misterioso, lo insustancial produciendo lo sustancial: todo ello constituye el embrión de la inmortalidad.

Si deseas alcanzar el Dao, ¿dónde encontrarlo?

Ten calma, sé abierto, y habrá esperanza de encontrar el embrión de la inmortalidad.

Cuando hay apertura, no hay obstrucción; cuando hay calma, no hay deseo.

Cuando la apertura es completa y la calma profunda, observa el proceso de la naturaleza y conoce sus ciclos.

Deja que la acción proceda de la calma, llénate de ella manteniéndote abierto.

Estos dos principios con complementarios; espíritu y Dao están juntos.

El Dao hospeda al espíritu, el espíritu hospeda a la energía, la energía hospeda al cuerpo, el cuerpo hospeda al impulso.

Cuando no hay impulsividad, el cuerpo queda inmóvil; cuando el cuerpo queda inmóvil, la energía queda inmóvil, cuando la energía queda inmóvil, el espíritu queda inmóvil; cuando el espíritu queda inmóvil, ya no mora en ningún sitio, esto es morar sin morada.

Cuando la joya de la vida cristaliza, ya la perla de la esencia brilla, el espíritu original es consciente y el embrión de la inmortalidad se realiza; entonces, el camino de la espontaneidad abierta llega a su fin.

¡Cuán grande es el espíritu, base de la transformación y la evolución!

Significados Secretos

Imágenes del Cambio

El cambio que puede cambiar no es el Cambio Eterno,

Las imágenes que pueden ser imaginadas no son la Gran Imagen.

El Cambio Eterno no cambia, La Gran Imagen carece de imagen.

El Cambio Eterno es cambio antes de ser definido; el cambio que cambia es cambio después de ser definido.

El Cambio Eterno sin cambio es el cuerpo de lo absoluto; el cambio cambiable es la base de la Creación.

La Gran Imagen es el comienzo del movimiento y de la inmovilidad; aquello que puede ser imaginado es la madre de la forma y del nombre.

Lo que siempre se mantiene en quietud es el cambio eterno; lo que nunca cesa es el cambio cambiante.

Lo que es fundamentalmente abierto y sin cuerpo es la Gran Imagen; lo que aparece acorde con los acontecimientos es lo que puede ser imaginado.

No hay manera de localizar el comienzo o de determinar el final de lo eterno; claramente es lo que existe únicamente a través del tiempo.

Lo Grande contiene, exteriormente, Cielo y Tierra, mientras que interiormente, llena el universo; es lo que ocupa todos los mundos, en profunda quietud y perfectamente completo.

Debido a que el Cambio Eterno no cambia, puede abarcar los interminables cambios que tienen lugar en el mundo.

Debido a que la Gran Imagen carece de imagen, puede describir los fenómenos interminables que ocurren en el mundo.

Cambio e imagen son la base del Dao.

Eternidad y Cambio

El Cambio Eterno no cambia; el cambio cambiante no es eterno.

Como lo eterno no cambia puede adaptarse al cambio; como lo cambiante no es eterno puede representar la eternidad.

Nunca es cambiante la eternidad del Cambio; la transitoriedad del movimiento y de la quietud es lo cambiante.

Siendo invariablemente independiente, alcanza lo eterno, yendo infatigablemente a todas partes domina el cambio.

Sin conocer lo eterno, uno no puede dominar el cambio; sin dominar el cambio, uno no puede conocer lo eterno.

Eternidad y cambio son las bases de la transformación.

Sustancia y Función

La eternidad es la sustancia del cambio, el cambio es la función del cambio.

Lo que nunca cambia es la sustancia del cambio; lo que cambia con el tiempo es la función del Cambio.

Ser libre del pensamiento y del ingenio es la sustancia del cambio; la adaptación sensitiva es la función del Cambio.

Al conocer la función, uno puede descubrir la sustancia; al conservar la sustancia, uno puede perfeccionar la función.

Los sabios miran arriba y examinan debajo, buscan lejos y aprehenden lo próximo para realizar la sustancia; las personas desarrolladas avanzan en cualidad, realizan trabajos, llevan a cabo tareas y crean instrumentos basados en la función.

Investigar la verdad, realizar la naturaleza humana, regocijarse en lo celestial, conocer el sentido de la vida, cultivar la armonía y la paz, y arreglar el orden social, todo ello se halla dentro del cambio.

Conservar la sustancia del Cambio es el camino para llegar a conocer lo eterno; perfeccionar la función del Cambio es el camino para dominar la adaptación.

Movimiento y Quietud

La alternancia de lo firme y de lo dócil es el movimiento y la quietud del cambio.

El crecimiento y el decrecimiento del yin y el yang es el movimiento y la quietud de la energía.

El ir y venir de la energía es el movimiento y la quietud de las cosas.

El levantarse y acostarse por el día y por la noche es el movimiento y quietud del cuerpo.

El avance y el retroceso del individuo, la parición y desaparición de los pensamientos, la fortuna e infortunio del mundo, el éxito y fracaso de los negocios son alternancias de movimiento y quietud.

Observando su movimiento y su quietud, los cambios de los acontecimientos y las condiciones de lo seres pueden verse.

Cuando hay atención en la quietud, hay perceptividad en la acción.

Cuando hay autonomía en la quietud, la acción puede ser decisiva.

Cuando hay certidumbre en la quietud, las acciones son favorables.

La quietud es la base de la acción, la acción es lo potencial de la quietud.

Cuando acción y quietud e mantienen como debieran ser, el camino propio se halla iluminado.

Contracción y Expansión

El ir y venir de lo caliente y de lo frío es la contracción y expansión de un año. El ir y venir del sol y de la luna es la contracción y expansión de la energía.

El ir y venir del pasado y del presente es la contracción y la expansión del tiempo.

La interdependencia del ser y del no ser, lo difícil y lo fácil, lo largo y lo corto, lo alto y lo bajo pertenecen al principio de contracción y expansión.

Si uno conoce la manera en que se influyen mutuamente la contracción y la expansión, entonces uno comprende el interminable provecho del mundo.

Crecer y Menguar

El crecer es el comienzo del menguar; el menguar es el fin del crecer.

El crecer es el adensamiento de la energía; el menguar es la disolución de la materia.

Al crecimiento y el desarrollo se llama crecer; volver a la raíz, someterse al destino, se llama menguar.

Origen y crecimiento son el crecer del cambio, la fruición y la consumación son el menguar del cambio.

La primavera y el verano son el crecer del año, el otoño y el invierno son el menguar del año.

Juventud y madurez son el crecer del cuerpo.

Ir del no ser al ser es el crecer de las cosas, ir del ser al no ser es el menguar de las cosas.

El crecer es la cohorte de la vida, el menguar es la cohorte de la muerte.

Desde la primera división en energías positivas y negativas, jamás se dio un caso en donde el menguar no tuviese el crecer, y jamás hubo nada que creciese sin menguar.

Aquellos que comprenden esto son claramente conscientes de la verdad.

Espíritu y lo Potencial

Lo que permanece en el centro es espíritu, lo que emerge de forma precisa es lo potencial.

Lo que está en silencio y sin movimiento es espíritu, lo que es sensible y efectivo es lo potencial.

Lo que aparece y desparece de manera insondable es espíritu, lo que opera sensiblemente sin regla alguna es los potencial.

Lo potencial está almacenado en el cuerpo, el espíritu se extiende a los Diez Mil seres.

Lo potencial presagia el bien y el mal, el espíritu es siempre fluido.

Lo potencial contiene las cualidades de creatividad, desarrollo, fruición y realización.

Aquellos que continuamente se hacen más fuertes son los que conservan este espíritu.

Aquellos que comprenden el cielo, la tierra y la humanidad, operando abiertamente, son los que utilizan ese potencial.

Conocimiento y Acción

Conocimiento significa profundo conocimiento del principio, acción consiste en la práctica poderosa del Camino.

El profundo conocimiento del principio conoce sin ver, la práctica poderosa del Camino actúa sin esfuerzo.

El “conocer sin salir por la puerta, el ver el Camino en el Cielo sin mirar por la ventana” es conocimiento profundo.

El “ser cada vez más fuerte, adaptándose a todas las situaciones” es una práctica poderosa.

“Ser consciente del desorden antes del desorden, del peligro antes del peligro, de la destrucción antes de la destrucción, de la calamidad antes de la calamidad” es conocimiento profundo.

“Conservarse en el cuerpo sin sentir la carga del cuerpo, ser mentalmente activo sin ser manejado por la mente, trabajar en el mundo sin ser afectado por el mundo, llevar a cabo tareas sin ser abrumado por las tareas” es una práctica poderosa.

Mediante el profundo conocimiento del principio, uno puede convertir el desorden en orden, convertir el peligro en seguridad, convertir la destrucción en supervivencia, convertir la calamidad en fortuna.

Mediante la práctica intensa del Camino, uno puede llevar el cuerpo al reino de la longevidad, llevar la mente a la esfera del misterio, llevar el mundo a una gran paz, convertir las tareas en una gran realización.

¿Quiénes podrán alcanzar esto, sino aquellos que posean el conocimiento profundo y grandes acciones?

Entender el Tiempo

Para dominar el cambio, nada es más importante que conocer el tiempo; para conocer el tiempo, nada es más importante que conocer el designio interno, para conocer el designio interno nada es más importante que la calma abierta.

Apertura significa consciencia, la calma significa claridad. Cuando uno se halla imbuido de consciencia clara, el designio celestial es evidente.

Las transformaciones del cielo pueden ser vistas observando el cambio, las tendencias del tiempo en el mundo pueden ser averiguadas por observación de imágenes; la sinceridad o falsedad de la gente pueden ser discernidas mediante la observación de manifestaciones concretas.

Aquello que se adhiere a manifestaciones concretas no puede por menos de corresponder a algo; aquello que sucede en el reino de lo material no puede carecer de características que lo distingan.

Cuando va a llover, debe haber humedad en el aire, cuando una montaña se va a derrumbar, la parte inferior debe ser la primera en ceder; cuando alguien va a prestar ayuda o a hacer daño, su rostro es lo primero que cambia.

Es como saber cuánto viento hace mirando un nido de pájaro, saber cuánto ha llovido observando un charco en un agujero.

Los insectos responden a la estación, y cuando las hojas caen sabemos que es otoño.

Es también como la gente de las caravanas que utiliza una pluma de la cola de un faisán para predecir el tiempo: si va a seguir despejado la cola se mantiene levantada; pero si va a llover, la cola permanece bajada.

Si las cosas inanimadas son tan predecibles, los hombres aún más.

Aquellos que no conocen los cambios de los tiempos aún no han percibido claramente su designio interior.

Corregirse a Uno Mismo

Para fomentar cualidades encomiables y realizar trabajos, nada es más importante que corregirse a uno mismo. Una vez que uno es correcto, todo será correcto.

Las formas y los nombres no podrán mantenerse salvo que sean correctos, y las tareas no tendrán éxito a menos que sean correctas.

Todas las actividades comienzan por uno mismo. Por eso, el autodesarrollo requiere como fundamento la autocorrección.

Cuando se trata con los demás tras haberse corregido uno así mismo, éstos nos tratan también correctamente.

Cuando uno administra negocios después de haberse corregido a sí mismo, los negocios también se vuelven correctos.

Cuando uno responde a las cosas después de haberse corregido a sí mismo, las cosas también se vuelven correctas. Sólo una corrección unificada en el mundo es capaz de dominar los Diez Mil cambios en el mundo.

Así pues sabemos que corregirse uno así mismo es la gran función del auto desarrollo y la escala hacia la sabiduría.

Intuir y Responder

Comprensión es un estado de quietud, de consecución sin esfuerzo, de conocer sin ver, esto es el intuir y responder del Camino de la Transformación.

La comprensión en un estado de quietud puede comprender cualquier cosa, la consecución sin esfuerzo puede conseguir cualquier cosa, el conocimiento sin ver puede conocer cualquier cosa.

Intuir y comprender después de la acción no merece ser llamado comprensión; conseguir algo después del esfuerzo no merece ser llamado consecución; conocer después de ver no merece ser llamado conocimiento.

Estas tres cosas se hallan lejos de la vía de la intuición y del responder.

Poder hacer algo antes de que exista, intuir algo antes de que llegue a ser activo, ver algo antes de que llegue brote, son tres habilidades que se desarrollan interdependientemente.

Entonces, nada es intuido sino que es comprendido, nada es emprendido sin respuesta, no se va a ningún lugar sin obtener beneficio.

Tres Vertientes del Yi Jing (I Ching)

Las tres vertientes del Yi Jing (I Ching), o Libro de los Cambios, son la de los sabios, la del cielo y la de la mente.

Los Cambios del cielo consisten en los principios de transformación, los Cambios de los sabios consisten en representaciones de transformación, y los Cambios de la mente consisten en métodos de transformación.

Para examinar los Cambios de los sabios es importante entender las representaciones, pues cuando las representaciones son claras ganas el acceso a la sabiduría.

Para examinar los Cambios del cielo, es importante investigar los principios, pues cuando los principios son investigados cabalmente, llegas a conocer los celestial.

Para examinar los Cambios de la mente, es importante practicar el Dao, pues cuando se practica el Dao se perfecciona la mente.

Si no lees los Cambios de los sabios no comprenderás los cambios del cielo.

Si no entiendes los Cambios del Cielo, entonces no conocerás los Cambios de la mente, no podrás dominar adecuadamente el cambio.

Por eso sabemos que el I Ching es un libro para dominar el cambio.

Resolviendo Confusiones

El menguar y el crecer de la energía, la ascensión y decadencia de los tiempos, la presencia y ausencia de oportunidad, el bienestar y los contratiempos de la sociedad, éstos son los cambios del cielo.

Signos favorables y desfavorables, elementos ventajosos y desventajosos, expresiones de peligro y de bienestar, símbolos de rectitud y ofuscamiento, éstos son cambios registrados por los sabios.

Fracasos y logros en la vida, mejorías y empeoramientos de la condición social, éxito y fracaso en la sociedad, seguridad y peligro de la posición, éstos son cambios de la mente.

Si tienes un comportamiento profundo de los cambios del cielo, conocerás las fuerzas y el impulso de los tiempos. Si tienes un conocimiento profundo de los cambios registrados por los sabios, conocerás las transformaciones y las evoluciones.

Si tienes un conocimiento de los cambios mentales, conocerás la esencia y la vida.

Uno entiende los cambios registrados por los sabios a través de los cambios mentales;

uno deduce los cambios en el cielo mediante los cambios registrados por los sabios.

Uno contempla los cambios mentales mediante los cambios celestiales.

Uno contempla los cambios mentales mediante los cambios celestiales.

El que comprende la única omnipresente conexión de todo es tenido como una persona con voluntad.

Aclarando Dudas

El cambio y el movimiento tienen sus tiempos precisos;

la salvación y el peligro están dentro de uno mismo.

Calamidad y fortuna, ganancia y pérdida, todo ello empieza en uno mismo.

Por eso, quienes dominan el cambio son aquellos capaces de poner su atención en el tiempo.

Pues para aquellos que ponen su atención en el tiempo, incluso el peligro se convierte en seguridad;

pues para aquellos que dominan el cambio, incluso el orden es ordenado.

Aquellos que no pierden su autocontrol salen adelante incluso en la situación difícil;

aquellos que ocultan su iluminación saldrán incólumes incluso cuando les falta el entendimiento;

aquellos que dependen de lo que tienen, aspiran a grandes posesiones y es seguro que sufrirán daño.

Aquellos que pueden responder entre sí, incluso a gran distancia, poseen la misma voluntad;

aquellos que no tienen nada que ver unos con otros, aun estando muy cerca, tienen intenciones conflictivas.

Aquellos que son los más débiles, pero que, sin embargo, pueden prevalecer, es porque tienen algo que les apuntala;

aquellos que son los más fuertes, pero que sin embargo no hacen excesos, están imbuidos por el Dao.

El uso benéfico de las cosas malas resuelve la dificultad;

apartar la mirada de la gente mala evita resentimientos.

Los que no son constantes en la virtud no tienen tolerancia;

los que no realizan sus propias tareas no benefician a nadie.

Los que permanecen solos con su orgullo interior no llegan a nada;

los que son precavidos y practican autoconciencia ganan fortuna.

Otros benefician a aquellos que benefician a otros;

otros ayudan a quienes ayudan a otros;

otros confían en aquellos que confían en otros;

otros son generosos con aquellos que son generosos con otros.

Quienes se preocupan del mal no tienen maldad;

quienes se preocupan del error no caen en el error.

A quienes se preocupan de la calamidad, le llegará la fortuna;

a quienes menosprecian la fortuna, les llegará la calamidad.

¿Cómo se puede dudar de que la salvación y el peligro estén en uno mismo?

El Logro de los Sabios

El que los sabios sean sabios se explica porque aplican los Cambios.

Los medios mediante los cuales la aplicación de los Cambios produce la realización son la apertura y la calma.

Con la apertura, uno recibe todo; con la calma, uno percibe todo.

Con la apertura, uno puede aceptar a los demás; con la calma, uno puede tratar con los acontecimientos.

Cuando apertura y calma son practicadas durante largo tiempo, la consciencia se clarifica.

La apertura es la imagen del cielo, la calma es la imagen de la tierra.

El fortalecimiento espontáneo e incesante es la apertura del cielo, la virtud abundante que mantiene a los seres es la clama de la tierra.

La vacía e ilimitada vastedad es la apertura del cielo; la extensión universal e ilimitada es la calma de la tierra.

El Dao del cielo y de la tierra consiste es esta apertura y en esta calma.

Cuando la apertura y la calma están en uno mismo, entonces el cielo y la tierra están en uno mismo.

Esto es lo que ha sido recogido en la escritura daoísta, cuando dice;

“Si los hombres logran ser claros y estar en calma, el cielo y la tierra les llegarán”.

La claridad es apertura; apertura y calma son las cualidades espirituales que logran los sabios.


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