martes, 26 de octubre de 2010

El amor Cortés - Hernando Cabarcas Antequera


El amor cortès es un ideal aristocràtico de adoraciòn de la mujer que desde el siglo XII se propagò por Europa.

Geral Brenan, especifica que "el amor cortès tiene raìces àrabes...

en el siglo X un teòlogo de Bagdad escribiò un libro que trata de las ventajas del amor Platònico sobre el amor sensual: el amor, Udri, nombre tomado de la tribu Beduìna de los Beni Udri o hijos de la virginidad, de los que decìan que la practicaban en Arabia Meridional y escribieron poemas para ilustrarlo.

Este grupo estaba relacionado con los Sufìes, que transformaron la religiòn Mahometana por medio de la doctrina universal del amor, concepto que llegò al sur de Francia procedente de la España Mahometana".

Efectivamente el nacimiento del amor cortès coincide con el tiempo de las cruzadas.

Las diferentes "normas" de este nuevo ideal se fueron sistematizando en una verdadera ètica amorosa, simultàneamente parecida y en conflicto, cuando no opuesta, a la ètica cristiana.

La pràctica de dichas normas se fue convirtiendo en un culto refinado, en un estilo de vida destinado a influìr enormemente en la sensibilidad Europea, al concebir la vida del hombre como un servicio de amor en el que se pueden desarrollar todas las virtudes de las personas.

El amor cortès està rodeado de incertidumbres: maldito por los anacoretas, espiritualizado por los mìsticos, fluctuò entre la idea de ser una pasiòn terrena y egoìsta o una noble y hermosa.

Tal vez, las ilusiones estaban concentradas en la posibilidad de dilatar en la vida interior sentimientos efìmeros. generalmente el amor cortès se sucede dentro de sueños y visiones que, en la Edad Media, eran inseparables de la vida del individuo y estàn incluìdas dentro de los sucesos del alma, incluso cuando se remiten a los disfrutes corporales.

De tal manera que podemos pensar que el amor cortès no es Platònico, ni enteramente carnal o lujurioso, sino sexual y espiritual, es decir, que intentaba espiritualizar la sexualidad y hacer voluptuosa la espiritualidad, dentro de las tensiones de un deseo no siempre satisfecho.

De otra parte, al progresar la vida de sociedad y con la conversiòn de la uniòn sexual en una aventura exquisita, las expresiones literarias son muy distintas a las que rodeaban las hazañas heroicas o religiosas.

El amor cortès està inscrito entonces en "la caballerìa de las damas" a la que asiste el "Dios Amor".

En las cortes de amor ya no se combatirà prioritariamente por los dèbiles, ni por la fè, sino por la amada.


Segùn los estudios de Roger Boase, el resurgimiento de los trovadores en España està relacionada con la crisis de la nobleza Castellana que incrementaba los tìtulos nobiliarios en un espacio social en el que su participaciòn efectiva se limitaba cada vez màs.

En efecto, cuando hacia 1369 dominaban los victoriosos y ricos Trastàmaras, la nobleza, despilfarradora y desorganizada, asiste al ocaso de su funciòn social: crece una burocracia centralizada, se expande una economìa no señorial y la caballerìa es innecesaria con las nuevas tècnicas de guerra.

De esta aristocracia sin oficio, pero cuyo espìritu subsiste, surge la añoranza de un tiempo caballeresco idealizado y el àmbito de las cortes de amor, en el que a pesar de la penosa situaciòn polìtica y social, se intenta existir creando otra realidad.

Los escritores del amor cortès tuvieron entonces el propòsito de reunir el ideal cortesano con el ideal religioso, queriendo insistir, en un contexto de fuerte ascetismo y servilismo, en la disposiciòn humana: el hombre ama con cuerpo y alma.

Cuando se le rehusò al amor esta posibilidad armonizadora se creò el espacio incierto que caracteriza a la literatura amorosa del siglo XV en castilla, abundante en la desesperaciòn y la nostalgia que deja la imposibilidad de conciliar los ideales del amor cortès y la religiòn cristiana.

El conflicto dramàtico de la poesìa amatoria "configura el estado del amante, siendo incalculable la importancia de su fijaciòn literaria e incalculables las consecuencias de su invenciòn para la vida afectiva de los hombres, por que lo que se crea es la ficciòn de una situaciòn psicològica donde el desasosiego y la inquietud se estabilizan, pasando de excepcionales a normales.

La vida se desarrolla entonces en los marcos de una inmensa fragilidad sentimental, equilibrada por la voluntad poètica que lo quiere asì y lo cultiva como tema.

Los rasgos del amor cortès fueron precisados en los tratados de amor, que asumieron el amor como una materia sujeta a normas formados bajo la influencia del "arte de amar" de Ovidio, protagonizaron una verdadera guerra de teorìas amorosas que enfrentò a nobles e intelectuales, ya que unos abogaban por la reproducciòn como la finalidad del amor y otros insistìan en el placer por el placer.

Uno de los tratados que gozò de una considerable popularidad fuè el compuesto antes de 1238 por Andrès, capellàn de la corte de Francia hacia 1182-1186.

La obra, dividida en tres libros, originalmente se conociò en España por la traducciòn Catalana ordenada por el Rey Juan de Aragòn entre 1387-1389. En un principio fuè un resumen destinado a ser un libro animador de las sesiones literarias y festivas de la corte de Juan I.

Posteriormente el "tratado de amor" de Andrès se conocerà màs e influirà con amplitud en la literatura de los siglos XIV a XVI.

Por los ecos de sus normas en el libro del Amadìs de Gaula, transcribiremos un fragmento del capìtulo I, en el que se define el amor y el breve y hermoso capitulo III en el que se explica de donde procede la palabra amor:

¿Què es el amor? el amor es una pasiòn innata que tiene su origen en la percepciòn de la belleza del otro sexo y en la obsesiòn por esta belleza, por cuya causa se desea, sobre todas las cosas, poseer los abrazos del otro y, en estos abrazos, cumplir de comùn acuerdo, todos los mandamientos del amor.

...cuando alguien ve una mujer hermosa dotada para el amor y moldeada a su gusto, al punto empieza a desearla en su corazòn. En efecto, luego, cuando màs piensa en ella, tanto màs arde de amor por ella, hasta el punto que llega a obsesionarse.

Luego empieza a figurarse la forma de su cuerpo, a detallar sus miembros, a imaginar sus actos y a indagar los secretos de su cuerpo, y desearìa gozar con cada una de sus partes. Una vez ha llegado a acaparar totalmente su pensamiento, el amor ya no sabe contener sus riendas, sino que ràpidamente pasa a la acciòn.

¿De donde procede la palabra Amor? "Amor" procede del verbo "Amar" que significa "Coger" o ser "Cogido", pues el que ama es cogido por las cadenas del deseo y anhela coger al otro con su anzuelo.

En efecto, igual que el pescador astuto intenta atraer a los peces con sus cebos y cogerlos con el gancho de su anzuelo, asì tambièn el que es cogido por el amor se esfuerza en atraer al otro con sus halagos y con todos sus esfuerzos intenta unir dos corazònes con un vìnculo inmaterial o, si ya estàn unidos, conservarlos siempre juntos.

En nota explicativa, el editor del texto apùnta:

"Andrès pone en relaciòn el verbo amare con el verbo hamare (coger en el anzuelo).

Isidoro de Sevilla en sus Etimologìas, tambièn hace derivar la palabra Amicus de Hamus (Anzuelo) con el sentido de "Liana de afecto" , este juego de palabras fue muy corriente en la Edad Media.

Ciertamente , la Etimologìa fue durante mucho tiempo un mètodo explicativo de considerable aprobaciòn, ya que se asumìa que si el nombre manifiesta la esencia de las cosas, la historia del origen de las palabras y de su sentido, aproximaba con certeza a la naturaleza de las cosas.

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Extraído del muro de Ricardo Duban Contreras Gonzalez en Facebook
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