sábado, 1 de agosto de 2009

Todavia hay Futuro - Ernesto H. de Casas



Prólogo

Considero imposible que a los miles de millones de personas que habitamos este planeta nos pueda resultar indiferente el tema del sentido de la vida.

Este aparece como el punto de mayor interés, destacándose por encima de otros temas que, si bien son importantes actualmente, no tocan el problema de fondo que hoy se vive:

el problema de la desorientación general del mundo contemporáneo ante el futuro.

Si pensamos en la cantidad de problemas que amenazan constantemente, vemos que estamos ante una crisis de gran magnitud en la que asistimos al ocaso de las ideologías, al desmembramiento moral, al oscurecimiento del espíritu.

Todo esto se expresa cotidianamente en las confrontaciones de distintos bandos, en el roce generacional, en los desentendimientos de clases y, por sobre todo, en el aumento del sufrimiento individual y colectivo.

Cada persona experimenta la presión en sí misma de este contexto social enrarecido que, lejos de ayudar, suma agobio a las preocupaciones individuales.

Estas preocupaciones se manifiestan como inseguridad en el presente e incertidumbre respecto al futuro, reforzadas quizá por las frustraciones del pasado.

En suma, el enmarque social tradicional se desfigura a la par que se evidencia la falta de pautas y referencias concretas a seguir, con lo que la vida individual se ahoga en las contradicciones.

Así, el desequilibrio interior del ser humano aumenta peligrosamente.

No importa a qué tipo de sociedad se pertenezca, o qué credo se profese, ni qué grado de cualificación se tenga; nadie está exento de ser golpeado por las distintas formas de confusión cotidiana.

Tampoco importa la edad, el sexo o la raza para sentir una disconformidad latente o manifiesta sobre las condiciones en las que a cada uno le toca vivir.

Esta disconformidad se hace patente cuando se cierran oportunidades, cuando se pierden las esperanzas o cuando se desconocen las soluciones ves tremenda.

Este cuadro de situación general va en detrimento del sentido de la vida; la vida va perdiendo dirección y significado y el simple hecho de vivir resulta cada vez más confuso, complejo e incierto.

Tales son los sentimientos e ideas que caracterizan a momentos cruciales, como el que pasa la Humanidad en nuestra época.

¿Lograremos superar esta crisis? ¿Lograremos encaminarnos de un modo certero hacia el mañana?

Pero hoy una búsqueda surge desde lo más profundo del ser humano con un manifiesto intento de superar la crisis actual, no sólo para recomponer las cosas de mejor manera, sino para inaugurar nuevas rutas de verdadero desarrollo.

Es indiscutible que la conciencia humana está ante un desafío, ante un reto histórico, al que responderá sin duda coherentemente, como ya lo hace, para emerger nuevamente reforzada en sus capacidades y potencial, transformándose a sí misma otra vez, para configurar un mundo que le sea propicio a su equilibrio, desarrollo y expansión.

La vida tiene sentido y apunta en sentido trascendente y, por tanto, la admisión de tal concepción no acepta, por ningún motivo, la desaparición del mundo y de las personas en el absurdo.

Precisamente por adoptar una postura positiva orientada por el sentido profundo de la vida es por lo que no se puede admitir ninguna tesis apocalíptica. parece

Admitamos una situación de crisis seria, pero concomitantemente, adoptemos una postura de superación, de acción positiva.

Finalizando, al parecer los nuevos tiempos serán de quienes se orientan con sentido real en la vida, para poder transformarse positivamente y transformar de igual modo al mundo que los rodea.

Podemos decir entonces: ¿Crisis? Sí, pero "sin el fin del mundo". ¿Sufrimiento? Sí, pero superable.

¿Confusión, sin-sentido y desvalidez interna? Sí, pero convertibles.

¿Soluciones? Sí, pero verdaderas y no más lejos que en uno mismo, en los demás, en las nuevas comunidades humanistas.

Este texto es un aporte para señalar la solución verdadera a la problemática antes mencionada. Valiéndose de la descripción, se tratan aquí los grandes temas del sufrimiento, su superación, la felicidad creciente y el sentido de la vida trascendente, enmarcados por parámetros de enseñanza y experiencia.

Esquema e interés de la obra

Este libro consta de un texto principal dividido en tres partes con sus capítulos correspondientes e incluye al final notas ampliatorias, cuya incorporación en el libro se justifica para complementar la temática principal.

Al final se incluyen notas que aclaran o amplían conceptos importantes.

La finalidad de la obra está marcada por el interés puesto en ofrecer una contribución positiva sobre la existencia humana y las condiciones que la favorecen.


Bibliografía de referencia

Las fuentes de esta corriente de pensamiento se encuentran en los libros Humanizar la Tierra de Silo, en Autoliberación, de L. A. Ammann y también en la amplia experiencia acumulada en base a la actividad constante llevada a cabo por los humanistas, en donde una suerte de idea-guia nos dice:

"El equilibrio y desarrollo individual y social pueden lograrse si las personas adquieren un coherente sentido de la vida en relación a los demás y a la acción necesaria de llevar a cabo en el medio en que se vive.

De otro modo, toda existencia sin dirección, o falseada en su sentido, genera sufrimiento personal y colectivo.

Los grupos y equipo de trabajo humanistas son, en este sentido, un instrumento que tiende a esclarecer ese sentido, a convertir un sentido falseado en una orientación verdadera de la vida y a movilizar en este sentido con gran fuerza personal y social".

Es mi interés, exponer estas ideas, que son también sentimientos e imágenes, en las Páginas siguientes, anhelando que sirvan no solo de comprensión de estos temas, sino de facilitar el acto de emprender nuevos caminos de cambios, personales y sociales.


Reconocimiento

Quisiera expresar mi agradecimiento a los amigos que han prestado su inestimable colaboración en la concreción de este libro, citando sólo algunos, agradezco muy especialmente a Nélida Rey, Raquel Calvo, Marcos Pampillón por sus sugerencias literarias, a L.A. Ammann por su valioso asesoramiento ideológico y a Rafael de la Rubia que ha permitido la primera publicación del presente libro.

Y, muy especialmente a todos los que, con su testimonio han valorado este aporte, permitiéndome renovar el impulso de continuar en la labor difusora de nuestras propuestas.

Ernesto H. de Casas

Tokio, 5 de Febrero de 1981.


Nota Biográfica

Ernesto H. de Casas nace en Mendoza Argentina en 1947, es hijo de odontólogos y cursa sus estudios primarios y secundarios en su ciudad natal.

Tempranamente se interesa por los temas de importancia social y sicológica. A comienzo de los 60 se incorpora a los grupos de estudio que se organizaron en torno a Silo en su misma ciudad; el tema de interés central era - y es - el ser humano en esta crisis global y sus potencial de desarrollo.

Se da primeramente un vistazo a todos los 'ismos' de esta época - léase Existencialismo, Budismo, Marxismo, Psicoanálisis, Orientalismo, Lógica y Fenomenología, y, obviamente Humanismo - interesándose más en participar y protagonizar una corriente de pensamiento nueva y activa, antes que sólo estudiar, criticar o abstenerse, sumándose decididamente al Nuevo Humanismo, que es la propuesta de opción frente a dicha crisis.

Hace estudios de Artes Plásticas, Idiomas - Inglés y Francés -, e incursiona en el teatro y estudios literarios; al tiempo que coteja la realidad social en los distintos barrios de la ciudad, anotando sus características sico-sociales y religiosas; después comienza los viajes por países vecinos del Cono Sur; en los 70 se traslada a Europa, España, Francia - , Italia para luego visitar los EE.UU., país al que volverá en repetidas ocasiones y donde reside actualmente.

Más adelante hará junto a otros estudios de profundización que lo llevarán en los 80 al Asia, radicándose un lustro en Japón - nacen entonces dos de sus hijas -, con visitas importantes a Bombay, Colombo, Hong Kong, Singapur y Manila. Donde obviamente puede aprender las formas de vida y culturales del lejano oriente con toda su diversidad.

Esta etapa le resulta particularmente fértil en ensayos como Todavía hay Futuro (*), El Sentimiento Religioso, Pensar y Experiencia, y otros ensayos.

De regreso a Argentina participa activamente del Partido Humanista, en Bs.As. donde nace su hijo. Más adelante vuelve a España desde donde actualmente realiza frecuentes visitas a Norte y Centroamérica participando de proyectos como Un Mundo Sin Guerra, el Humanismo en Las Américas, fundación de la Escuela de No-violencia, entre otros.

Su interés constante estriba en facilitar la comprensión de nuestros temas - lo que se expresa en artículos actuales como Mucho más, Algo más, o en los ensayos breves Nihilismo y Humanismo(*), Caminos de Experiencia y Reflexiones Activas - para que sirvan como un elemento más para avanzar en estos momentos críticos en los que se abre un tiempo novedoso y se cierran etapas cargadas de siglos, donde sólo es significativo aquello que en la alguna medida contribuya a despejar el futuro.

*) Publicado en 1981 por Editorial ATE, Barcelona.

**) Publicado en la Revista electrónica del M. Humanista Nro. 9.


Mucho Más

IV. Artículo de Revista Electrónica 9, marzo 97, Capítulo Colaboraciones

Ernesto H. de Casas.San Francisco Calif. /3/97

Hoy hay muchos debates en marcha, en numerosos campos, en las ciencias, la sociedad, en los medios de comunicación y prensa, en el deporte, las modas, pero lo más importante es la crisis actual y como afecta la vida cotidiana, la dirección que pueda llevar esta crisis y las posibles contribuciones al desarrollo del ser humano.

En este contexto particular encuentro que en la base de estos debates, opera algo muy sutil: la noción misma de ser humano, la concepción del ser humano como tal, la imagen del ser humano, y por tanto, la imagen que tengo de mi y que tengo de los demás.

Algo que subyace en un substrato pre-lógico quizás, establecido por previas concepciones y que hoy se arrastra aunque haya crisis.

A nuestro ver, no se la podrá superar si no se procede a modificar esta concepción de lo humano. Quien es, por cierto, 'mucho más' de cómo se lo considera desde hace tiempo.

1. Animalitas o humanitas?

Se concibe al ser humano como un 'animal racional', pero según el trato social vigente es como si fuera 'más animal, que racional'; además se lo degrada bastante, según se puede ver cuando las instituciones más variadas lo consideran como si fuera un mero 'pagador-evasor de impuestos' o un 'consumidor' o un 'afiliado a', un genero, una franja de edad, o social, una cifra.

La carta de los derechos humanos, muestra ciertos aspectos de sus derechos, pero no otros, precisamente los referentes a sus aspectos más humanos, de elección, de libertad y responsabilidad, los cuales no son plenamente asumidos.

La ciencia y la técnica parecen acordar en que la mejor acepción moderna sería la de 'máquina biológica', compleja pero máquina al fin, que hace otros aparatos también, mientras se debate en un mundo de determinismos, en donde el caos, la finitud, las limitaciones acosan sin cesar.

En suma, en las nociones de 'humanitas' y 'animalitas, es claro que aún persiste el concepto de 'animalitas' y no se enfatiza en el primero, que es lo que corresponde.

Ya en los campos de la discriminación y violencia el ser humano aparece como mero padecedor de un infortunio interminable.

Nadie entiende bien cómo es que en países poderosos no se resuelven los problemas básicos, y menos se entiende que se permitan a plena luz de la mirada internacional las numerosas formas de violencia bélica.

Es como si hubiera, por parte de muchos poderes establecidos, un desprecio por el ser humano en su totalidad y un aprecio egoísta por sí mismos.

La mirada de intolerancia étnica es que no cesa de hacer estragos.

Todo este cúmulo de contradicciones produce un campo de incoherencia tal que lleva al debilitamiento de las personas y de la sociedad en general.

El mundo que viene ya no tendrá que ver con lo anterior, pero servirá esta experiencia de afrontar estos múltiples frentes de incoherencia por parte del poder establecido.

Pero no todo es desolación en un mundo en manos del sin-sentido. Pues aquí estamos nosotros, para variar las cosas, apuntando al futuro.

Podemos afrontar con esta perspectiva de lo simple a lo complejo, desde una sencilla conversación a formas autoreferenciales e interconectadas en red de nuevas intenciones y acciones humanas.


III. Nihilismo y Humanismo

Ernesto H. de Casas, Ensayista, redactor y recopilador de temas humanistas.

Nihilismo y humanismo

"El enemigo de todos, el enemigo presente siempre y al acecho en cada hombre, es sólo el nihilismo" Karl Jasper

En esta intuición es quizás en la que se puedan resumir las propuestas de hoy: por un lado el pozo donde se hunde todo... por otro la matriz para construirlo todo, para orientarlo todo.

Salvedad


He redactado este texto en dos secciones, la primera bajo los títulos de Introducción, Antecedentes, Características, Desarrollo y Conclusión presenta mis observaciones y relaciones del tema en sus aspectos más relevantes.

En la segunda sección he dispuesto notas, las que son de dos tipos, las citas por un lado, 14 en total, con comentarios y extensión de las nociones vertidas en el texto principal y las Notas Ampliatorias A y B en las que transcribo notas textuales con sus fuentes bibliográficas prácticamente completas, a fin de que el lector pueda ampliar estos conceptos y cuente con dichas referencias, íntegramente.

Madrid, Diciembre de 1996


Introducción

Podría decirse, en términos algo clásicos, que el humanismo se basa en la libertad y la libertad es para elegir entre bien o mal.

Si no, no es libertad, es determinismo.

Esa posibilidad de elegir entre 'hacer el bien o hacer el mal' es lo más grande del ser humano.

Así, por cierto, se puede elegir libremente entre ser nihilista, pero también humanista.

En términos más actuales, resultaría:

El humanismo, como nuevo enfoque del quehacer humano, libre y responsable, es una actitud que surge con fuerza una vez agotadas las falsas soluciones previas; es también una nueva sensibilidad en donde ganar sentido en la vida, porque ésta vale la pena; es un campo en donde la relación con los demás es prioritaria, al igual que la comunicación directa -no intermediada- y en donde toda actividad cotidiana no tiene porqué ser sólo mera trivialidad.

La vida es un espacio de construcción, de hacer cosas con y para los demás, no es un mero esperar su fin, es más bien el encuentro de un sentido certero, transformador de situaciones sufrientes que amplia los horizontes de la acción humana.

Sin embargo, las cosas pueden verse de otro modo, como que nada vale la pena, porque no hay un sentido, como que todo es muy difícil de implementar, como que la relación con los demás es ardua y se prefiere el aislamiento, donde el futuro finalmente está cerrado.

Con ello, cunde el desaliento, el desánimo, la pérdida de fuerzas, de referencias y el ser humano y su mundo, se nihilizan día a día .

De aquí la necesidad de referencias y orientación. El hombre elije entre condiciones diversas, adversas unas, neutras y facilitadoras otras, por ello, mientras más referencias tenga a su favor para hacer sus elecciones, mejor que mejor.

Si bien la elección final es pura responsabilidad de cada uno, la tarea de acercar referencias y esclarecimientos - que es también una elección - es lo que da sentido, moral también, al humanista de hoy; interesado tanto por los demás como por sí mismo.

Es como si se dijera: "A cada paso surge un 'si y un 'no' y debemos elegir permanentemente.

Las referencias nos invitan a dejar la 'franja-negativa' y optar por la constructiva, pero sino se está alertas, atentos, se produce una paulatina pero constante inclinación al 'no'.

No se puede, nada es posible y el fatalismo y la negación de la vida misma se hacen dueños de las situaciones más diversas.

Esto, en suma, nos lleva hacia un nihilismo larvado o manifiesto, mientras que lo primero va conduciendo a un humanismo emergente en la actualidad con particular vigor.

Las características de libertad y responsabilidad, acortadas en muchos campos, son muy propias del nuevo humanismo, ya aparecen no sólo en manifestaciones de la vida cotidiana, sino también en diversas disciplinas, y apoyan al ser humano de hoy para que sea protagonista de todos los cambios que sean necesarios de llevarse a cabo, y tenga por eso que 'hacerse cargo' de los medios a implementar para lograr realizar dichos cambios; tanto personales como sociales, que no puede dejar en manos de otros y mucho menos en manos de los supuestos "representantes del pueblo".

No se supera ninguna crisis dejando las decisiones importantes en manos de otros.

Tal actitud lleva a una indenfensión, la cual le hace un flaco favor a la nueva emancipación del hombre para abandonar su condición sufriente, hoy acrecentada por todas y cada una de las formas de deshumanización y cosificación, es decir, de nihilismo, dando lugar a la formación -lamentablemente- del campo antihumanista.

En suma:

- El Humanismo busca así ser un cauce donde alojar a las más diversas posturas, siendo lo suficientemente amplio como para que quepan todas las diferencias y allí encontrar las propias verdades.

Esto bien puede ser el Humanismo de hoy, un Nuevo Humanismo ciertamente, que descarta sólo a: los violentos y discriminadores. Todo lo demás, bienvenidos!

Entonces, el humanismo hoy sería:

- El Humanismo como punto de encuentro. Los diversos humanistas convergen en la medida que por la intercomunicación converjan otros. También es punto de encuentro para quienes frustrados en otros derroteros, puedan ahora proseguir su camino en pos de un destino noble, sin por ello frustrar su caminar mismo, aunque se haya terminado el ciclo de otros medios de desplazamiento.

- El humanismo como nueva fuerza transformadora de esquemas y sistemas oprimentes del ser humano en su interioridad y sociabilidad.

- Los humanistas varios hemos de coincidir en algo básico: defender al hombre.
Por ello: El ser humano como valor central. Sea!

- El humanismo como fuerza constructiva que no tiene que destruir nada para empezar su trabajo porque es la caída del sistema de valores vigente el que se cae por su propio peso debido a la globalización y aceleración de su propia incoherencia.(*)

e modo que el humanista no gasta un ápice de sus energía en voltear nada, sino todo lo contrario, ir construyendo para un mundo futuro entre los escombros y naufragios producidos por otros...

Todo lo contrario, se pone en marcha con fe en su acción, en lo mejor de los demás, en la construcción de un mundo mejor.

*) Este concepto se trata en la Nota Ampliatoria A con respecto a quienes sostienen que habría "que destruir, atacar, al sistema, dando lugar a las diversas formas violentistas, las que a su vez provocan reacciones más violentas del sistema mismo, en un espiral que se realimenta lamentablemente sin fin.


Reflexiones

Por Ernesto H. de Casas. Junio 07, 1997

La reflexión es una actividad mental que nos permite considerar un tema para sacar conclusiones, pero básicamente para comprenderlo a fondo, un poco aquello del Principio "Los conflictos desaparecen cuando se los comprenden en su última raíz"

Así, no se puede reflexionar en el vacío y sin propósito. Importa pues el tema y hacerlo con la finalidad de lograr una comprensión profunda y amplia, a fin de producirse después los cambios necesarios.

En las reflexiones cotidianas consideramos los temas que más nos tocan de vivir diariamente, el trabajo, los estudios, la familia, los vecinos, los grupos, las nuevas amistades, los planes, los proyectos.


A) Reflexiones cotidianas

Nos permiten evaluar, mejorar, comprendiendo mejor la acción diaria y sentar mejores condiciones personales para tomar las decisiones que sean necesarias.

Ejemplos:

a) El día

Reviso mentalmente como ha ido mi día, como lo he llevado, que aspectos han sido más duros o más complejos y cuáles más sencillos.

b) Las relaciones

Reviso mentalmente como van mis relaciones, si van a más o a menos, si aumentan o disminuyen las tensiones.

Veo qué hace que algunas relaciones sean muy fluidas y otras no tanto.

c) Los afectos

Reviso mis afectos, como van, como avanzan, como se mantienen, como se extienden.

d) La reciprocidad

Verifico tanto en mis relaciones como en mis afectos la reciprocidad; veo que la falta de reciprocidad debilita la relación o el afecto y el intercambio y relación recíproca refuerza los vínculos y, con ello, las cosas que se pueden hacer juntos.

e) Lo nuevo

Observo con detenimiento todo lo nuevo que empieza a darse en mis días, los contactos, las posibilidades, las nuevas puertas que pueden abrirse, en general y en particular.

f) Mi obra

Esta reflexión es muy importante porque al delimitar el campo de lo que estoy construyendo, puedo reflexionar sobre todos sus aspectos, sin dejar nada 'por sentado o por supuesto' y sin dejar las cosas 'para mañana'...

"Ama la realidad que construyes" nos proponen, esa es mi obra:

la realidad que construyo, para mi y para otros y con otros.

Evalúo entonces y refuerzo mi construcción.


B) Reflexiones activas

El primer tipo de reflexión que presentamos nos facilita tomar contacto con estas formas de trabajo de desarrollo personal y nos permite tomar contacto con nosotros mismos ampliando la percepción interna que tenemos, con los cual nos habilita a ir adoptando una forma más activa de reflexionar.

Esta forma se basa en la 'acción reflexiva', la cual consiste en reflexionar a partir de acciones llevadas a cabo o por implementarse.

Así, cuando realizamos actos importantes podemos preguntarnos: lo repetiríamos?, nos ha gustado?, ha sido unitivo para nosotros?, ha sido coherente con lo que pensamos y sentimos?

Esto nos va permitiendo comprender mejor lo que hacemos y lo que haremos... con lo cual, podemos realizar mejores resoluciones en nuestro hacer.

1- La coherencia

Esta reflexión nos hace ver como sentimos, actuamos y pensamos en la misma dirección, comprendiendo como muchas veces pensamos hacer una cosa, pero sentimos de modo diferente y finalmente actuamos de una manera totalmente opuesta o sin relación alguna.
Con los cual nos sentimos mal, sin fuerza, sin dirección y sin 'ganas de hacer nada', es decir, no nos atrevemos a emprender nuevas acciones.

Mientras que, la acción coherente, en la cual coinciden las imágenes, el pensar, los sentimientos y los actos que acometemos, es un actuar firme, que nos fortalece, nos mejora en nuestra acción en el medio y relación con los demás, nos aumenta la capacidad de emprender nuevas acciones y nos habilita para proyectos cada vez mayores.

2- El trato coherente

En la acción coherente el trato a los demás como quiero que me traten esta incluido. Comprobando así que estos son, verdaderamente 'los dos pilares' de la coherencia, el pensar, sentir y actuar en la misma dirección y tratar a los demás según queremos ser tratados.

Esta es una forma libre, posibilista, que permite ser consecuente con nosotros mismos.

Lo contrario nos lleva a traicionarnos a nosotros mismos, y a diversas formas y grados de maltrato a los demás, el cual regresa sobre nosotros y nos deja dolidos, agobiados, aumentándose cada vez el aislamiento.

El trato coherente nos lleva a estar siempre con los demás de un modo activo, de un modo lúcido, intencionando conductas que nos lleven a buen destino.

3. Querer vivir

Se trata de saber, o mejor aún, decidir en qué condiciones queremos vivir esto nos lleva a emplazarnos de otro modo en la vida, a predisponernos de otra manera y, por sobretodo a intencionar nuevas cosas, de forma resolutiva y sin demoras.

Vivir de otro modo es decidirse a llevar adelante muchas cosas postergadas, otras no emprendidas debidamente y es también tener en lo alto muy claramente nuestras aspiraciones de coherencia en la vida de todos los días.

Las aspiraciones de vida fundadas en las propuestas del sistema, que aparece en el bombardeo de imágenes cotidianas, suman problemas, más que soluciones, pues son todos anhelos ilusorios, llenos de engañosas figuras, de falsas promesas, de espejismos.

Las aspiraciones han de constatarse con nuestros registros de coherencia y hemos de tener fe en estos registros, en nuestras convicciones profundas y no una fe ingenua en promesas viciadas.

4. Actitudes

De alguna manera todo lo que hacemos, lo que aspiramos, está estrechamente vinculado a nuestras actitudes, donde podemos encontrar una actitud central, que es nuestra principal predisposición al mundo, a los demás, a los trabajos a realizar.

Esta actitud cuando es solidaria, cuando es constructiva nos lleva, precisamente a la actitud humanista por excelencia que es la que queremos encontrar en todas las personas, aunque sea de modo incipiente, para después desarrollarla.

Esta actitud exalta el valor humano como lo central, afirma la igualdad de las personas, reconoce la diversidad social, cultural, lleva superar lo aceptado continuamente, y propone rechazo absoluto a la violencia y la discriminación.

Crisis y Proyecto


Cuando estamos en crisis no hay nada que nos pueda sacar m rápidamente que un buen proyecto. Un proyecto sentido, querido, elaborado y puesto en marcha con decisión.

Las crisis enseñan mucho, así es que mientras más podamos aprender es mejor, pero de nada vale si no ponemos en marcha un proyecto de interés.

Esto lo podemos cotejar en analogía con la puesta en el espacio de una nave espacial.

Los primeros pasos pues son difíciles, la inercia de la etapa anterior impide partir, por eso en estos grandes esfuerzos iniciales lo necesario es una enorme fuerza de propulsión, con su consecuente abastecimiento energético,

luego en otra etapa ya se puede entrar en "órbita y el avance es más fácil,

después ya e órbita muchas cosas funcionan casi solas y se presentan muchas posibilidades de expansión.

De modo que el primer paso, de comenzar, de partir necesita de grandes esfuerzos y, también, de grandes ayudas.

Ya una vez en órbita las cosas son de otro modo.

Un proyecto es algo tendido al mañana, al futuro, que es lo que cuenta,

el pasado es eso, algo que ya no esta, aunque queden los recuerdos, muchos de los cuales distorsionan las cosas.

El futuro es algo aparentemente inalcanzable, pero imprescindible de planificar.

Cada acto de conciencia está referido al próximo paso, al futuro, largo o corto.

Así, ante una crisis, un proyecto, esto nos irá haciendo avanzar de todas maneras.

Es conveniente también diferenciar proyectos de ensueños,

mientras éstos nos llevan por el mundo de las fantasías compensatorias,

los proyectos nos hacen superar dificultades,

nos hacen ver las cosas con más criterio de realidad y, en suma,

nos dan un crecimiento interno

a la vez que fortalece nuestra capacidad de hacer en el mundo y con los demás.


Aporte de Experiencia Guiada


Ernesto H. de Casas - San Francisco,

San Francisco, California, Marzo/1997

- El "Si" y el "No"

... Estoy a solas en mi habitación, buscando resolver definitivamente esta situación tan inestable de mi vida en la que me encuentro.

Frente a mi hay varios muebles, entre ellos un televisor apagado. De repente, se enciende el aparato y aparece con gran tamaño la imagen de mi Guía Interno.

El Guía me pregunta entonces con voz grave y sonora:

__ "Qué quieres realmente?"

Esto me sorprende, pero una cierta calidez en su tono me da confianza y puedo captar la verdad y el sentido que hay en esas palabras.

__ "Quiero vivir", le respondo.

__ "Cómo, me pregunta el Guía?

__ "Bueno", respondo titubeando, "Quiero vivir bien, llevar una vida sana, alegre, con fuerzas y mucha alegría"

"En tal caso" - me explica - " Tienes que tener muy claro que es lo que quieres hacer con tu vida y has de tener en cuenta que cada vez que te encuentres en este tipo de situaciones, siempre te enfrentarás a un 'Si" y un 'No". Y tendrás que elegir apropiadamente".

En todo caso, trata siempre de evitar la 'franja negativa' de los hechos."

Así, del mismo modo repentino de su aparición, la imagen se esfumó. Mas la sensación de calidez y el sentido de verdad siguió permaneciendo en mi.(*)

Entonces, con sinceridad empiezo a reconocer los desaciertos cometidos en mi vida (*).

Al tiempo que también reconozco mis virtudes, mis puntos fuertes (*)

Me doy plena cuenta de las posibilidades que se me abren a futuro (*)

Además, me hago cargo de que yo también puedo abrirles posibilidades a los demás. (*)

Por otra parte, admito todas las ilusiones perseguidas en mi vida (*)

Comprendiendo que aun conservo algunas 'falsas esperanzas' inútilmente ... (*)

Finalmente, ya me siento reconciliado por completo. Comprendo que he de sentirme muy agradecido de tener 'otra oportunidad' en la vida. Esta vez he visto todo con claridad, con mi mente y mis sentimientos he comprendido que de no elegir bien, me traiciono a mi mismo; siento con certeza que voy a lograr lo propuesto! (*)

Sin perdidas de tiempo, adopto la decisión de acometer pronto todo lo que tengo que realizar, pero esta vez con mucha fuerza y con un "Si' incondicional!
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