martes, 7 de junio de 2016

Caminos de Incertidumbre Generacional y Conciencia - Omar Paladini


La atonía, la indiferencia de la mayoría de la gente pese al actual saqueo neoliberal en la mayoría de los países del mundo, tiene que ver, creo yo, con una nueva generación que no apoya ya a las viejas estructuras políticas, les hace vacío, aunque en principio ese vacío actual sea esteril, y todavía en la mayoría de los casos no se la juega por un proyecto generacional propio. 


Ese es el punto: Hay vacío hacia las antiguas formas. ¿Que llenara ese vacío?... Incertidumbre. No lo sabemos. 

Aparte un tema: hace unos meses hice el análisis de las repeticiones de las políticas económicas neoliberales y keynesianas en Argentina, por ejemplo, desde 1945 a la fecha. Conclusión: ¡Basta viejo!... ¡Siempre lo mismo, otra vez sopa!... 

Y no hay mucho de que preocuparse, esa repetición se seguirá dando. Cuando en Argentina la situación económica colapse, de nuevo tendremos un gobierno con políticas económicas keynesianas, ya que de no hacerlo sería una anarquía que pondría en peligro a las estructuras del poder económico y político, y pasado el tiempo. cuando la situación económica se estabilice, de nuevo la burra ira al trigo, y los cantos de sirena neoliberales volverán a seducir a la gente. Y la vieja repetición se hará presente. 

Yo a la vigilia ordinaria no le pido mucho más que esto. Si queremos vivir en una mejor sociedad solo el trabajo por un ser humano más despierto y sensible la podrá mejorar, el resto solo es resistencia; útil, necesaria, más para un cambio de fondo no alcanza ni para empezar. 

Son los valores de fondo, los valores centrales en los cuales nos apoyamos los que definen la acción humana. 

Si el "dios dinero" sigue en su pedestal poco se puede hacer. Hay que ser un ateo activo en ese campo. un hereje sin miedo a las hogueras. 

“... Quemadme, que mañana, donde encendáis la hoguera, Levantará la historia una estatua para mí..." le dijo Giordano Bruno a sus verdugos; y ahí está su estatua en Campo dei Fiori, en Roma, donde los oscuros degradadores de la vida lo asesinaron. ¿De que tenemos miedo en jugárnosla si tarde o temprano el viaje tendremos que reemprender?

"A medida que pase nuestra vida tenemos que ser cada vez más anarquistas" me dijo una vez un amigo. Nunca olvide esas palabras. 

Sin un activo anarquismo en nuestro emplazamiento (y no me refiero al anarquismo catártico tirabombas criminal y estéril) poco se puede hacer por quienes nos rodéan y por transformar la sociedad en la cual vivimos. 

Tendremos que ventilarnos internamente y que aires de anarquismo nos iluminen el alma y nos alejen del seguir siendo idiotas útiles de estructuras mentales, sociales y políticas no aptas para la liberación del ser humano.

Herramientas hay. Herramientas tenemos. Si dejamos de hacer que junten oxido, nos podrán ser de utilidad, y tal vez les pueden ser útiles a otros que las necesiten para que la conciencia de sí se extienda en el mundo, para ir más allá de la indigente y siempre mendiga, compensatoriamente hablando, decía que, para ir más allá de la indigente y siempre mendiga vigilia ordinaria y el semisueño cotidiano. 

Un ser humano más consciente de si mismo también lo sera del mundo que lo rodea. Y desde ahí lo podemos ir transformando.

Si las nuevas generaciones no toman la posta, no despliegan su bandera con mejores valores de fondo, poco se podrá hacer, más que resistir al saqueo neoliberal, aunque de fondo nada cambie.

Porque cambio es dejar lo viejo, lo decadente, lo decantado por ser negativo, lo que ya agoto su ciclo, e ir hacia el horizonte de la incertidumbre de lo nuevo, de lo por venir. En ese caminar lo nuevo, podemos ir generando un ser humano más despierto, sensible, y compasivo. 


Sin bondad, sin un buen dar, y sin compasión ¿como generar un nuevo ser humano y una sociedad donde valga la pena vivir?

En el camino de la compasión y la incertidumbre, podemos tomar la fuerza y la energía de la fe que nos purifica y nos direcciona hacia horizontes más luminosos.

Horizonte de sensibilidad, de ponerse en el lugar del otro aunque sea por un instante. Dejar de ser "yo" aunque sea por un momento y ser "nosotros". ¿Que es "yo" sino la efímera imagen que se diluye a cada paso? 


 Y ser posibilidades abiertas hacia el futuro generando un nuevo mundo en cada acto. Conciencia desplegándose en cada acto consciente. Eso somos: conciencia.


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Texto ampliado - 07-06-2016 - 19:45 Hs.
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