domingo, 28 de febrero de 2016

Atención y Despertar, Centro de Gravedad, Creencias, Conciencia Pura y Fe - Omar Paladini


Andar dormido por la vida en realidad es más difícil que hacer el esfuerzo por estar un poco más despierto, y es más saludable esto último..

En hacer el esfuerzo por mantener la atención esta la clave. Es ahí donde se abre el portal para ser más conscientes. Es el primer gran paso.

Las emociones actúan como centro de gravedad interno. Si se desestabilizan, se desestabiliza todo.

No se trata de controlarlas, sino de ir más allá.

Las emociones bi-polares no son muy "serias" ("te amo/te odio", por ejemplo). Hay emociones de otro calibre no bipolares. Si uno toma impulso en ellas, en su gran energía, todo cambia.

Desde la cabeza no se puede manejar lo emocional, y pretender hacerlo solo genera problemas.

Lo emocional es parte de las experiencias que uno va teniendo. Y es desde el registro que cada acto nos va dejando, atendiendo a los registros que vamos teniendo en cada acto lanzado, que podemos seguir en la misma dirección si el registro es positivo, o rectificar el rumbo si el registro es negativo.

Igualmente con la atención no hay problema con los vaivenes...

Es si atiendo a los indicadores de los registros que puedo adherir o rechazar direcciones mentales.

A cada instante del momento presente puedo direccionar (sin forzar) mi mente en una dirección u otra. De una forma intuitiva podríamos decir. No desde el intelecto, sino como una dirección mental más de fondo que se apoya en los registros positivos.

No hay problema si vienen ideas o emociones que reconocemos como negativas. Mientras la atención las capte y ponga distancia con ellas no hay problemas.

Podemos hacerle vacío a lo negativo y apoyarnos en lo positivo.

Y si hay momentos en que lo negativo nos molesta demasiado y no sabemos o no podemos sobreponernos en ese momento, como a las tormentas, hay que ponernos a refugio y dejar que pasen.

Y después seguir con lo nuestro hacia una conciencia más despierta. A cada instante la dirección mental puede cambiar. Es como cuando estamos manejando un auto: tenemos que estar siempre atentos para no accidentarnos.

Y lo que ayer creíamos de nosotros mismos y el mundo, ya hoy nos va dejando de ser útil como herramientas de comprensión. Hay cristales, hay creencias que ya cumplieron su ciclo y su función.

A nuestro alrededor todo cambia, y cada vez más aceleradamente.

Con viejas miradas es difícil comprender lo nuevo.

Inclusive a veces puede ser mejor ser conscientes de nuestra incomprensión, que buscar respuestas que no ayudan ni resuelven nada.

Nisargadatta Maharaj habia dicho por ahí que lo único que uno podía afirmar era "no se".

Socrates (a través de Platón) algo parecido afirmó. Saber que uno no sabe parece ser el principio de la sabiduría.

Uno cree que sabe, y ahí frena el proceso.

El máximo de sabiduría, dicen los maestros, esta en el silencio, 
en la conciencia vacía, en la conciencia pura.

Claro que esa sabiduría no puede traducirse luego en palabras (signos) ni en imágenes (símbolos). Y cuando lo hacemos degradamos los significados. Para el silencio interno, la más leve brisa es solo ruido.

Más allá del ruido, uno traduce sus experiencias con el afán de comprenderlas, y también de transmitirlas por si les son de utilidad a otros. En eso ponemos nuestra fe.


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Texto extraído y editado de una charla privada con un amigo a través de Facebook
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