lunes, 8 de abril de 2013

Pueblos Originarios de Argentina: La Gran Canallada - Omar Paladini


Me pregunto: ¿Son invisibles los pueblos originarios en Argentina?

Me respondo: A veces si y a veces no.

Para tratarlos como esclavos en trabajos rurales con sueldos miserables en negro, y viviendo en barracas: Si. Para eso si existen.

Para tratarlos como seres humanos, para eso: no existen.

Para tener acceso a una vida digna y sana no, para eso: no existen.

En Argentina, en la provincia de Formosa, por ejemplo, la mortalidad infantil es tres o cuatro veces mas que en el resto de las provincias, y estas muertes en su mayoría son de niños de los pueblos originarios.

¿Hace falta dar algún otro ejemplo? Para mi no, a mi con este me basta y sobra.

Hay algo que hacer, y es que hay que romper con la hipócrita invisibilidad que se le intenta dar a este tema.

A la oposición al gobierno nacional, en general, más allá de las excepciones, no le interesa el tema,

Y para el gobierno, primero evidentemente están las alianzas con los gobiernos provinciales.

Creo que fue un grave error táctico el que los Q'om hayan levantado en su momento el acampe en la Avenida 9 de Julio, en Buenos Aires,

ya que eso les daba una gran visibilidad que hoy ya no tienen, y eso los vuelve a poner a merced y muy vulnerables de quienes se quieren quedar con sus tierras, amparados por el gobernador de Formosa Gildo Insfrán.

Los Q'om tienen que volver a acampar en Buenos Aires, hacer rotación de su gente en el lugar para evitar el desgaste, aprovechar la acción en la ciudad de Buenos Aires en todos los sentidos posibles,

y sobre todo organizarse políticamente, de lo contrario están a merced de los políticos de turno,

y salvo quienes ya les prestaron y les prestan su apoyo, la gran mayoría de los políticos mira para otro lado,

tanto por las alianzas que tienen con los gobiernos provinciales, como por el negocio que hay detrás con las tierras expropiadas a los pueblos originarios.

Hasta donde a mi me informaron, el negocio se reparte entre el político de turno y quien pone las maquinarias para los desmontes.

Se hace el desmonte y después se reparten entre ellos las tierras, las escrituran, y después “anda a cantarle a Gardel", como dice el dicho popular.


Así que bueno. Hay dos opciones: Luchar o Perecer.

El Perecer ya esta asegurado sin lucha. 

Solo queda luchar.

Luchar por la justicia, por la libertad y el derecho de vivir en plenitud física y espiritual, en comunidad con el Buen Vivir que nos legaron los ancestros.
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